La marea roja, o el alga que te estropeará el mejillón del chiringuito

Violeta S. Martín 01/08/2016 16:42

La marea roja se origina por una gran concentración de microalgas (dinoflagelados) en el mar. Éstas, a causa de una sobrealimentación inusual, empiezan a liberar biotoxinas y llegan incluso a generar grandes cambios de coloración del agua por los pigmentos con los que captan la luz del sol, generalmente rojizo, por eso su nombre.

Un fenómeno que encuentra en la primavera y el verano a sus grandes aliados: la temperatura del agua aumenta y las horas de sol aportan más nutrientes a las algas, generando la liberación de sus toxinas. Al ser la base de la cadena alimenticia, contaminan a los organismos marinos que las ingieren, directa o indirectamente, en especial a los moluscos bivalbos como el mejillón, que se alimentan por filtración. Si consumes un molusco infectado, puedes sufrir daños en el sistema nervioso, como la parálisis respiratorio. De ahí que las autoridades se vean obligadas a vetar la actividad pesquera.

"Las mareas rojas son procesos que se dan de forma natural, generalmente en primavera, debido a un aumento en el crecimiento de determinadas algas y toxinas", explica Elvira Jiménez Navarro, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace. "La temperatura del agua y la disponibilidad de nutrientes son los principales factores que les afectan", señala.

En esta línea, algunas instituciones como el Centro de Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) relacionan la intensificación de las mareas rojas con los efectos del cambio climático, que ralentiza el proceso de renovación de las aguas y aumenta su temperatura. Aunque reciben el nombre de 'mareas rojas' éstas no siempre presentan ese color, de hecho pueden ser verdes, amarillas o incluso incoloras.

¿Cómo afecta?

"En España las mareas rojas se dan en puntos del Mar Cantábrico como Asturias o Cantabria, aunque tradicionalmente las rías gallegas siempre han sido las más afectadas", explica la responsable de Greenpeace. Este año la zona ha vueltro a sufrir este fenómeno llegando a propagarse por toda la costa gallega.

El Instituto Tecnolóxico Para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar), dependiente de la Consellería do Mar, se vió obligado a cerrar los 17 polígonos de bateas que existen en Coruña por el desplazamiento de la marea roja desde las Rías Baixas hasta las costas coruñesas.

De hecho, de los 54 parques de cultivo existentes en Galicia, en el mes de mayo debido a la gran proliferación de toxinas lipofílicas (diarreicas) sólo estaba permitida la extracción del mejillón en los cuatro de Redondela. Pero este no es un problema exclusivo del mejillón, las biotoxinas de la marea roja afectaron también a cultivos como la almeja, la navaja, el berberecho o el longueirón, según los datos publicados por Intecmar.

Cierres como estos tienen un impacto económico muy alto en una región con gran dependencia económica de la despensa marina. Los sectores bateeiro y marisquero son los que más pérdidas económicas sufren. Para tratar de suavizar el impacto, cada año los productores se apresuran a vender todo el producto que pueden antes de que se produzcan estas vedas temporales. Además, organismos como el Consello Regulador de la Denominación de Orixe Protexida Mexillón de Galicia ha solicitado estudios a la Xunta para poder entender mejor el origen de los cierres y lograr estar mejor preparados para afrontarlos. La prevención es la única manera de minimizar el impacto.

Galicia, referente en el control de toxinas

Puntera en producción, Galicia se ha convertido además en referente en control. Realiza casi tantas analíticas como la suma de las que se hacen en el resto de la Unión Europea. Intecmar realiza de forma rutinaria más de 17.000 análisis anuales en busca de concentraciones altas de dinoflagelados. Y se hace un doble análisis: de moluscos en busca de toxina y de agua de mar.

Con este doble sistema -que permite el cierre sólo de las zonas afectadas mientras el resto puede continuar su actividad- y un protocolo de actuación riguroso, Galicia consigue emitir al mercado un producto 100% seguro. "A día de hoy están cerradas todas las bateas de la ría de Pontevedra y varios de los polígonos más exteriores de la ría de Vigo, lo que supone aproximadamente un 15 % de bateas de mejillón gallegas”, explica a El Tiempo Hoy Ángeles Longa del departamento de I+D del Consello Regulador do Mexillón de Galicia.

Los peores años fueron 1995, 2005 y 2013, porque las mareas rojas fueron especialmente intensas en duración, extensión geográfica y por la variedad de especies de moluscos afectadas. Unas 2.400 familias gallegas se dedican al cultivo de mejillón en las rías de Galicia. La repercusión social del cultivo del mejillón en Galicia es muy grande, ya que la cifra de población ocupada en el sector del se sitúa en unas 11.500 personas, un 17,5% de la población activa de los ayuntamientos donde se produce mejillón (llegando a superar el 40% en algunos municipios).