Nuevos datos sobre la bacteria del neumococo permitirán entender mejor la infección

EFE 04/02/2009 13:40

La investigación internacional liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha analizado una proteína de la superficie del neumococo (la CbpF), cuya función y estructura eran hasta ahora desconocidas.

Dicha proteína podría controlar la virulencia de la infección, ya que su presencia inhibe la actividad de otra proteína, la autolisina LytC, que causa indirectamente el recrudecimiento de la infección.

"Las bacterias despliegan una guerra química entre ellas en su competición por el mismo nicho ecológico (hábitat). Algunas, entre las que se cuentan los neumococos, incluso se eliminan entre ellas durante la infección", explica Juan Antonio Hermoso, del Instituto de Química Física Rocasolano (CSIC), en Madrid.

Para asesinar a sus hermanos, los neumococos se valen de las autolisinas, unas proteínas que se localizan en su capa externa y que provocan la llamada lisis celular, es decir, la rotura de la pared y la membrana celulares y por tanto la muerte de la bacteria.

"Este fratricidio aumenta la virulencia de la infección debido a los agentes inflamatorios que liberan los neumococos destruidos", añade el investigador.

En consecuencia, si se controla su actividad puede regularse la virulencia de la infección.

"Aunque aún estamos lejos de comprender en profundidad las complejas relaciones que despliegan los patógenos durante la infección, este estudio abre una nueva vía de investigación que nos permitirá, en un futuro, desarrollar nuevas terapias y fármacos", concluye Hermoso.

En la investigación también han participado Pedro García y José Luis García, del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC, en Madrid, junto a científicos del Instituto de Química Médica y de varias instituciones francesas y americanas.

El neumococo (Streptococcus pneumoniae) es un patógeno casi exclusivamente humano responsable de una gran cantidad de infecciones y procesos invasivos.

Afecta especialmente a niños, ancianos y grupos con problemas de inmunodeficiencia y causa, entre otras enfermedades, sinusitis, otitis, meningitis y bacteriemia.

Tiene una gran capacidad de resistencia a antibióticos: entre el 40 y el 50 por ciento de las cepas presentes en España lo son a los betalactámicos (el tipo de antibióticos más usado y que incluye, entre otros, a los derivados de la penicilina).

Incluso existen cepas -cuyo número va en aumento en todo el mundo- que resisten a varios tipos de antibióticos.

El neumococo es también el causante de la neumonía, la enfermedad infecciosa con una mayor tasa de mortalidad mundial: tres millones y medio de muertes al año.

Sólo entre mayores de 65 años se declaran un millón de casos de neumonía cada año, de los que el 40 por ciento requiere hospitalización.

Y aunque atemperada por la vacuna -que se administra en la infancia y protege contra las siete cepas más comunes del patógeno-, la mortalidad por neumonía entre niños menores de cinco años sigue siendo alta, especialmente en África y Asia.