El caso Snowden aumenta los problemas para Barack Obama

Reuters/EP 24/06/2013 09:51

Pero los viajes globales del pasado domingo del extrabajador de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden destacan los límites de esa postura. Los líderes a los que Obama ha tratado de seducir, y con los que se ha reunido recientemente, están dispuestos a desairar al presidente estadounidense.

El arrogante desafío de los llamados "actores no estatales", el mismo Snowden y el grupo antisecretos WikiLeaks, completa el panorama de un mundo menos dispuesto que nunca a ceder a las prescripciones de Estados Unidos sobre el bien y el mal.

Snowden voló desde Hong Kong, el territorio chino semiautónomo, el pasado domingo por la mañana después de que las autoridades del país rechazaron una solicitud de Estados Unidos de detenerlo a la espera de una extradición para ser juzgado en Estados Unidos.

El fugitivo ha reconocido haber filtrado detalles de programas de vigilancia altamente clasificados de la Agencia de Seguridad Nacional.

Pekín podría haber deseado simplemente deshacerse de un potencial problema en su relación multifacética con Washington. Pero la siguiente parada de Snowden fue Rusia, un "amienemigo" de Estados Unidos, en que ha sido más difícil ver el factor de amistad desde que el presidente Vladimir Putin volvió al poder en mayo del 2012.

WikiLeaks, que dice que está ayudando a Snowden, de 30 años, dijo vía Twitter que el fugitivo pretende ir a Ecuador, cuyo Gobierno tiene relaciones de antagonismo con Washington. El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño Aroca, dijo también vía Twitter que su Gobierno recibió una solicitud de asilo de parte de Snowden.

El Gobierno de Estados Unidos con seguridad moverá todos sus poderes diplomáticos, legales y políticos para lograr que Snowden vuelva a Estados Unidos, donde se le acusa de ofensas en virtud de la Ley de Espionaje y con cargos de robo de propiedad gubernamental.

Estados Unidos revocó el pasaporte de Snowden, dijeron el pasado domingo fuentes familiarizadas con la decisión. Sin embargo, Snowden tiene significativas herramientas de negociación, en forma de un alijo de secretos de la NSA, cuyo tamaño y magnitud se desconoce.

La senadora Dianne Feinstein, presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, afirmó el pasado domingo que el Gobierno estadounidense aparentemente no sabe la magnitud de los secretos tomados por Snowden, cuyo último empleo fue como administrador de sistemas en un puesto de escuchas de la NSA en Hawai.

"Lo único que he sabido es que podría tener más de 200 ítems separados y ya sea eso cierto o no, eso es lo que me ha sido comunicado", comentó Feinstein en el programa Face the Nation de CBS.

Snowden dijo al diario South China Morning Post de Hong Kong el pasado sábado que Estados Unidos accede al tráfico de telefonía móvil y a los mensajes de texto de China, así como también a sitios de universidades chinas que albergan algunos de los mayores centros de Internet del país.

No está claro si dichas revelaciones jugaron un papel en la decisión de las autoridades de Hong Kong de permitir la salida de Snowden, pese a una solicitud de Estados Unidos de detenerlo y de comenzar procesos de extradición.

En forma privada, funcionarios de Estados Unidos afirman que creen que Pekín tomó la decisión de dejar que Snowden saliera del país. Al hacer eso, los chinos simplemente podrían haber dejado pasar una "patata caliente" que podría haberse convertido en una disputa diplomática.

"Para China, esto significa ciertamente un poco de alivio. Ellos no quieren permitir que se quede por un tiempo prolongado", afirmó Cheng Li, experto en política china de Brookings Institution, un centro de estudios en Washington.

"Si las cosas se salen de control (con Snowden), eso ciertamente minará cualquier logro realizado en la cumbre de California, de modo que China probablemente está muy feliz de que Rusia sea el blanco principal", agregó Li, en referencia a las reuniones de este mes entre Obama y el presidente chino Xi Jinping.

CONSECUENCIAS

Obama, que fue criticado recientemente por la persecución del Servicio de Impuestos Internos a grupos conservadores y un escándalo por registros de llamadas de medios de comunicación en otras filtraciones, no ha enfrentado hasta ahora mayores quejas por el manejo de su Gobierno sobre el caso Snowden.

La mayor parte de la ira de los legisladores estadounidenses ha sido dirigida contra el mismo Snowden, así como también contra los sistemas que le permitieron obtener un trabajo delicado con el contratista Booz Allen Hamilton y escapar con evidencia de algunos de los programas de inteligencia más resguardados del Gobierno estadounidense.

Pero el congresista Peter King, un frecuente crítico de Obama y republicano que ocupa un puesto en el selecto Comité de Inteligencia, dijo que el presidente debería ser más agresivo en defender los programas de vigilancia del país, que funcionarios estadounidenses aseguran que han desbaratado ataques terroristas, y ser más asertivo con socios extranjeros.

"Encuentro preocupante que el presidente haya estado tan callado sobre esto. Y, nuevamente, no digo que pueda controlarlo, pero debería haber una mayor presencia, incluyendo la defensa del programa de la NSA", declaró King a CNN.

"Este es definitivamente un golpe diplomático contra el presidente, contra Estados Unidos, pero como estadounidenses tenemos que apoyar al presidente", agregó.

Si Rusia permite que Snowden continúe su viaje hacia Ecuador, eso podría poner fin a lo que queda de la política de Obama, que data del 2009, de intentar "reiniciar" las relaciones con Moscú después de que se enfriaron durante el mandato de su predecesor.

Washington y Moscú han tenido discrepancias recientemente sobre los derechos humanos en Rusia, la adopción de huérfanos rusos por parte de estadounidenses, defensa antimisiles y la guerra civil en Siria.

"Lo que da más rabia aquí es que (...) Putin ayude y permita el escape de Snowden", dijo el senador demócrata por el estado de Nueva York Chuck Schumer. "El fondo es muy simple. Se supone que los aliados se traten mutuamente en forma decente y Putin siempre parece ansioso por colocar un dedo en el ojo de Estados Unidos, ya sea en Siria, Irán y ahora por supuesto con Snowden", declaró Schumer.

El senador agregó en declaraciones al programa State of the Union de CNN que los aliados no deberían tratarse de esa manera y que cree que el hecho tendrá serias consecuencias para la relación entre Estados Unidos y Rusia.