¿La tecnología nos vuelve tontos?

INORMATIVOS TELECINCO 13/09/2010 09:38

Basta subir a un taxi y comprobarlo. Tras comunicar el nombre de la calle adonde quiera que lo lleven el conductor casi automáticamente buscará las coordenadas en su navegador satelital, según publica la . BBC

Un experto ha lanzado la alarma: El uso de los GPS afecta la capacidad intelectual de recordar grandes cantidades de información, como rutas difíciles, atajos y otros.

"La región de nuestro cerebro que almacena imágenes del espacio está bastante desarrollada en los taxistas londinenses", explica Nicholas Carr, autor del libro 'The Shallows: What the Internet is Doing to Our Brains (Aguas superficiales: lo que Internet le está haciendo a nuestros cerebros".

"Cuanto más tiempo de tu vida trabajes como taxista, más grande será esa parte de tu cerebro".

El estudio realizado en taxistas londinenses, que tienen que pasar una dura prueba de conocimiento de la ciudad para ejercer su trabajo, demostró los estragos que tanta tecnología está haciendo en sus cerebros.

"Casi seguro que veremos una disminución, o incluso una desaparición, de esa cualidad especial en sus cerebros" con el uso de los GPS.

Lo que nos vuelve la vida más sencilla es peor para nuestro cerebro

El especialista, asegura que el uso de este dispositivo puede ahorrar meses de estudio de una ciudad y facilitar la habilitación para ser taxista en Londres, pero a la larga no es bueno.

Para Carr, la tecnología, y en particular internet, tiene un efecto duradero en nuestro cerebro, y altera nuestra capacidad para realizar determinadas tareas. En su opinión, cuanto más simple y sencillo resulte "es peor".

La investigación demostró que en personas que no tenían experiencia en el uso de las nuevas tecnologías y que usaban Google solo durante una hora al día "mantenían activadas zonas del cerebro que influyen en la toma de decisiones y que ayudaban a mantener la mente ágil y en alerta, lo cual resulta muy saludable para las personas mayores."

El estudio demostró cómo el uso de la tecnología modifica nuestra capacidad de concentración. La clave para mantener la concentración, según Carr, es quizás poner las cosas más difíciles, justo lo contrario de lo que intentan los diseñadores de 'software' de todo el mundo que compiten por hacer sus programas más fáciles de usar que los de sus rivales.

Este experto culpa a Google de lo que le está ocurriendo y le puede ocurrir en el futuro al cerebro humano.

"En muchos sentidos admiro a Google, pero pienso que tienen un punto de vista muy limitado sobre la manera en que deberíamos usar nuestras mentes".

Carr asegura que un simple experimento indica que conforme los programas informáticos se vuelven más fáciles de usar, poniéndonos todo más fáciles, corremos el riesgo de perder la capacidad de aprender cosas, "provocando un cortocircuito" en nuestro cerebro.

"Si tenemos en cuenta que cada vez somos más dependientes de programas informáticos para todo tipo de tareas intelectuales, desde la búsqueda de información, hasta nuestra socialización, debemos empezar a preocuparnos de que cada vez nos queda menos espacio, como individuos, para actuar por nuestra cuenta".