La Tierra registró múltiples impactos cósmicos hace 790.000 años

EUROPA PRESS 23/02/2016 13:57

El grupo dirigido por Mario Trieloff estudió varios de cristales de roca, denominados tectitas, que se originaron durante los impactos de asteroides o cometas. Emplearon un método de datación basada en isótopos naturales que permitió calibrar en el tiempo las tectitas con mayor precisión que nunca.

Sus estudios demuestran que las muestras procedentes de Asia, Australia, Canadá y América Central son prácticamente idénticas en edad, aunque en algunos casos su química difiere notablemente. Esto apunta a separar impactos que tienen que haberse producido en la misma época. Los resultados de su investigación financiados se han publicado en la revista Geochimica et Cosmochimica Acta.

Durante mucho tiempo, se han acumulado signos de que un gran evento de impactos cósmicos tuvo lugar en la Tierra hace aproximadamente un millón de años, según el profesor Trieloff. Esto se evidencia por las tectitas, llamadas critales de roca, que surgen durante el impacto, tras fundirse el material terrestre, son lanzados hasta varios cientos de kilómetros y luego se endurecen como vidrio.

"Hemos sabido de tales tectitas durante algún tiempo en la región de Australasia", explica Winfried Schwarz, autor principal del estudio. Este cristal de roca se extiende desde Indochina hasta el extremo sur de Australia. Tectitas más pequeñas, conocidas como microtectitas, también fueron descubiertas en muestras de perforación de aguas profundas en la costa de Madagascar y en la Antártida.

Los cristales de roca habrían sembrado más de 10.000 kilómetros con algunos de ellos incluso dejando la atmósfera de la Tierra. Utilizando el método de datación 40Ar-39Ar, que analiza la desintegración del isótopo 40K de origen natural, los investigadores lograron fechar estas tectitas con mayor precisión que nunca.

"Nuestro análisis de los datos indica que debe haber habido un impacto cósmico hace unos 793.000 años, más o menos 8.000 años", explica Winfried Schwarz. Los científicos también estudiaron muestras de Canadá y América Central. Los cristales de roca canadienses tenían la misma composición química y edad que las tectitas de Australasia y podrían haber cubierto "rutas de vuelo" similares a los objetos que se encuentran en el sur de Australia o la Antártida.

Los cristales de América Central son también tectitas - los primeros ejemplares fueron encontrados en sitios mayas de culto. Mientras tanto, cientos de otros hallazgos se han realizado en América Central. "Estas tectitas son claramente diferentes en su composición química y su distribución geográfica también muestra que provienen de impactos separados", explica Schwarz. "Sorprendentemente nuestras estimaciones de edad prueban que se originaron hace 777.000 años, con una desviación de 16.000 años. Dentro del margen de error, esto coincide con la edad de las tectitas de Australasia."

Estos hallazgos llevaron a los investigadores a concluir que hubo múltiples impactos cósmicos hace aproximadamente 790.000 años. Además de los eventos en las regiones de Australasia y América Central, una colisión más pequeña al mismo tiempo creó el cráter de Darwin en Tasmania. "La distribución de las tectitas y el tamaño del campo sembrado indican que el objeto que impactó contra la Tierra tenía al menos de un kilómetro de tamaño y liberó la impresionante cifra de un millón de megatones de TNT de energía en cuestión de segundos tras el impacto", explica Schwarz.

Según los científicos, las consecuencias fueron nefastas. A nivel local, hubo incendios y terremotos a lo largo de cientos de kilómetros alrededor del lugar del impacto; un impacto en el océano habría causado tsunamis de cientos de metros de altura. A nivel mundial, el polvo y los gases se extendieron en los niveles superiores de la atmósfera, bloqueando la luz del sol y reduciendo las temperaturas superficiales. La producción de biomasa también se vio afectada, aunque de acuerdo con los científicos no dio lugar a la extinción en masa global como, en el caso de los dinosaurios hace unos 65 millones de años.