Bristol: un niño, un árbol
Cuando en 2015 tomó el testigo de Copenhague se tomó muy en serio el reto de superar el listón de la capital danesa. Y lo consiguió. Esta ciudad inglesa, ya muy verde de por sí, ha conseguido tener un árbol por cada niño empadronado en ella. Bristol tiene actualmente medio millón de habitantes y son los que respiran el aire de mejor calidad de todo el Reino Unido. Aquí, nada de malos humos.Copenhague: una ciudad sobre dos ruedas
Dinamarca es ya de por sí un destino 100% sostenible. Si te llama la atención que la capital se encuentre en una pequeña isla más próxima a Suecia que a territorio danés, más te llamará la atención saber que es la capital del mundo con mayor número de bicicletas por habitante, solo por detrás de Amsterdam. Allí, pedalear no es un postureo sino una filosofía de vida. Más del 50% de su población se mueve en bici para desplazarse al trabajo, a su centro de estudios o a realizar compras. ¡Hay más bicicletas que habitantes!Reikiavik: la ciudad de los volcanes
A pocos kilómetros de la capital de Islandia puedes observar un paisaje marciano de roca negra volcánica y cráteres a lo lejos. Cuando abres un grifo en la ciudad un fuerte olor a azufre invade el espacio. Gracias a la energía geotérmica, Reikiavik ha dicho adiós a los combustibles fósiles. El agua caliente procede del calor que emana el subsuelo de la ciudad por donde fluye la lava. Con la calefacción ocurre lo mismo. Y el gas es también gratuito. Esta ciudad es un chollo ecológico.París: unas antiguas vías de tren convertidas en pista verde
Aunque la capital francesa lucha aún por erradicar los picos de contaminación y el intenso tráfico rodado, el norte de la ciudad se ha convertido en un auténtico escaparate verde. Las antiguas vías de tren que pasan por Bercy son ahora, junto al Sena, un gran paseo verde donde los edificios que lo escoltan se abastecen de energías limpias, las bicis campan a sus anchas y decenas de diferentes especies arbóreas han conquistado un antiguo barrio gris e industrial.Adelaida: el reino del sol
La energía solar gobierna esta ciudad australiana. Con un sinfín de días soleadas, Adelaida se propuso (y consiguió) hace tiempo luchar contra los combustibles fósiles. Es la primera ciudad del mundo que ha conseguido que toda su flota de autobuses se mueva solamente alimentada por la energía del sol gracias a las placas solares que forman parte parte de la estructura del vehículo. La parte de la población que no usa estos autobuses ecológicos lo hace en bicicleta porque ¡es gratuita para todos!Puerto Alegre: una calle convertida en bosque
Si hablamos de las ciudades más verdes del mundo no puede faltar esta urbe brasileña. Es literalmente la que tiene la calle más verde de todo el planeta. Merece un puesto en esta clasificación porque Gonzalo de Carvalho es, en realidad un túnel verde tapizado por más de un centenar de árboles tipuana que recorren tres manzanas. Está claro que esta calle honra el nombre de su ciudad y si no que se lo pregunten a los vecinos de calle Gonzalo de Carvalho.Portland: la ciudad sin bolsas de plástico
El impacto de las bolsas de plástico es mortal para algunas especies, que mueren ahogadas con ellas, como las tortugas o los delfines. Aunque te parezca de lo más normal, Portland no solo fue la primera ciudad de Estados Unidos sino de casi todo el planeta en erradicar las bolsas de plástico por las que ahora debes pagar unos cuantos céntimos de euro. Tenemos que dar las gracias a esta ciudad por haber puesto (e impuesto) de moda las bolsas de tela tan hipsters en su momento.Vancouver: la cuna de Greenpeace
Esta ciudad podría ser una de las más verdes por muchos motivos. Sin embargo, hay una razón de peso por la que no puede faltar: es aquí donde nació la organización ecologista más famosa en todo el mundo. Greenpeace se creó un Vancouver donde la ciudad reserva una isla entera, Granville, para los peatones, un enorme espacio sin coches ni tráfico rodado.Abu Dhabi: la conquista del desierto
La pregunta es ¿puede una ciudad desértica ser una de las más verdes del mundo? Sí. La tecnología que la convierte en una de las urbes más modernas del mundo ha sido aplicada para crear uno de los mayores pulmones de las ciudades del planeta. Es la lucha contra el árido desierto y un sistema exitoso para el reciclaje de residuos y el uso inteligente del agua en una de las partes del globo donde más escasea.Singapur: la ciudad de los jardines verticales
Una ciudad asiática puede ser también ecológica y respetuosa con el medio ambiente. Singapur es el mejor ejemplo porque aunque ahora fotografíes con orgullo y admiración el jardín vertical del Caixa Forum de Madrid… este concepto nació en Singapur. La capital cuenta con el mayor jardín vertical del mundo que tiene 24 plantes y más de 2.000 metros cuadrados de superficie ajardinada.