Según recoge la publicación RT, finalmente el Comité Olímpico Braseleño no ha sancionado a Ingrid de Oliveira y podrá seguir en los Juegos Olímpicos de Río. La deportista y su compañero de delegación, el remero Pedro Goncalves, mantuvieron relaciones sexuales en la Villa Olímpica.
La compañera de Oliviera, Giovanna Pedrosa, con quien compite en salto por parejas, fue la que destapó la relación. Al parecer, Pedrosa se ofendió porque ésta le pidió disponer de la habitación para estar con Goncalves, un día antes de la competición.
Si bien en las informaciones que han trascendido se han destacado las posibles consecuencias para la saltadora, nada se ha mencionado sobre los efectos que este comportamiento pudieran tener sobre el remero Pedro Goncalves.
En un comunicado, el Comité Olímpico Brasileño ha declinado hacer más comentarios sobre "los eventuales casos del día a día de la delegación brasileña en Río 2016. Los problemas internos se resuelven en la propia delegación, priorizando, cuando sea posible, el carácter educativo por encima del punitivo".