Santiago Talavera, artista: “Necesitamos una ecología de la imagen”
El artista español expone por primera vez en Londres, en la galería Lariot Collective, su último trabajo ‘Let the future be decided in small places’
En la exposición reflexiona sobre los seres humanos, sin que aparezcan en sus obras, a través de la investigación del paisaje y de las huellas que dejamos
En conversación con NIUS, habla de la influencia que Hollywood y cineastas como David Lynch y Andrei Tarkovski han tenido en su trabajo
LondresLa galería de Lariot Collective de arte contemporáneo, situada en Shoreditch, una de las zonas más vibrantes de Londres, presenta la exposición ‘Let the future be decided in small places’ (Que el futuro se decida en los espacios pequeños), de Santiago Talavera. Talavera es uno los artistas emergentes españoles más importantes e internacionales. Ha expuesto de manera individual y colectiva en el museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa de A Coruña, La Casa Encendida y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, el Instituto Cervantes de Chicago o el Freires Museum de Berlín, entre otros. Ahora ha entrado en el mercado británico.
Sus dibujos y pinturas están llenos de ruinas y destrucción, de restos de ciudades y de civilizaciones, y los presenta como si el espectador estuviera en un teatro y contemplara su propia decadencia. Crea letreros con lemas como ‘Todo irá bien’, que utiliza con ironía para reflexionar sobre el presente, o el ‘There is No Alternative’ (no hay alternativa) de Margaret Thatcher, que él descontextualiza y da un nuevo significado.
Talavera plantea más preguntas que respuestas. Las referencias a Hollywood y al cine son constantes, y también a fenómenos como las 'dust bowls' o tormentas de polvo de los años treinta en los Estados Unidos para mostrar la voz de la Naturaleza, la gran protagonista de sus obras. Reflexiona sobre los humanos a través de la investigación del paisaje. En sus cuadros no aparecen seres humanos y sin embargo son una reflexión sobre nuestra especie, pero a partir de las huellas que dejamos. Se licenció en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y estudió en la Camberwell College of Arts de Londres, una ciudad que, dice, le carga de energía. Ahora ha regresado para exponer su nuevo trabajo y hemos podido hablar con él.
Pregunta: ¿Cómo empieza un cuadro?
Respuesta: El comienzo suele ser una fotografía de archivo, de viajes o ciertas experiencias, que pueda tener pululando por mi estudio y me llama la atención por alguna razón después de un tiempo, como si hubiera pasado una especie de destilación. Recurro a ella porque me doy cuenta de que tiene algo que me interesa.
P: O sea, pinta con una foto al lado. No parte de una invención.
R: Parto de una foto que suelo transformar en otra cosa. Algunas escenas que dibujo o pinto son la confluencia de tres o cuatro espacios diferentes. Por ejemplo, en la obra ‘Todo irá bien’ he mezclado tres escenarios diferentes: la parte central donde están las casetas y unos coches, y luego hay un anfiteatro. Para el boceto suelo buscar un punto de vista común en imágenes de archivo, y veo qué posibilidad hay de crear un espacio nuevo a partir de ellas.