Alberto Ammann dice que "el sistema actual atenta contra el amor"

AGENCIA EFE 02/09/2010 13:30

Ammann, después de recitar a Lope de Vega en la película del brasileño Andrucha Waddington, no puede evitar hablar de amor a la antigua usanza. "El amor era un valor muy elevado. Hoy en día va y viene como dentro de una bolsa de supermercado", afirma él en una entrevista con Efe.

Le une a "Lope" la pasión por la profesión, esa que le empujó a los 25 años a dejar Buenos Aires y probar suerte en Madrid y que, pese al éxito de su primer papel importante, el de "Celda 211", le anima a seguir aprendiendo.

"Cuando uno trabaja con amor por lo que hace, está movilizando algo mucho más profundo y más interesante. Y ese trabajo termina, entonces, en las personas que lo reciben", asegura.

Ammann se enroló en esta superproducción histórica dirigida por el brasileño Andrucha Waddington días antes de que empezara el rodaje, y tuvo que lanzarse a marchas forzadas a aprender hípica, esgrima y a perfeccionar su pronunciación del castellano sin rastro de acento argentino.

"Quiero seguir formándome no sólo con nuevas películas", explica la joven promesa que busca la consolidación con este ambicioso proyecto, que se proyectará el 11 de septiembre en la Mostra de Venecia, donde se vio también por primera vez su "Calzones" de "Celda 211".

Cuando Waddington contactó con él, la bomba de aquella película no había explotado, pero volvía a coincidir con Luis Tosar, entonces Malamadre, y ahora encarnando a un fraile que ayuda a los más necesitados, aunque la película se centra más en su amor dos actrices de renombre: Leonor Watling y Pilar López de Ayala.

Y es que "Lope" no es tanto un ejercicio literario como una oda al estilo de vida del escritor. "Un muchacho joven que descubre su talento y despierta al amor".

Elena Osorio, interpretada por López de Ayala, e Isabel de Urbina, interpretada por Watling, son las mujeres que alterna en el filme, aunque en realidad son idilios separados en el tiempo.

Y en esa lucha por la autenticidad y por la elección del camino es donde Ammann ve el mayor valor de la película. "Sueño con que pueda ser inspirador para la gente joven. Que diga: yo también tengo inquietudes y quiero esforzarme y dedicarle mi amor a esto que quiero. Este sistema nos tiene un poco enclaustrados en que todo se compra y se vende", reitera.

Ammann, nacido en la Córdoba argentina, conocía de sobra al escritor aunque asumía la imposibilidad de bucear en todo su inmenso legado artístico. "Mis padres has sido profesores de literatura y tienen alrededor de 3.000 libros en casa. Mi padre sacó un libro de Federico Carlos Sainz de Robles que llamaba 'El otro Lope de Vega', que era una maravilla, que se acabó de imprimir en 1947", explica.

Pero hora es para Ammann momento de mirar al futuro, donde se le amontonan los proyectos. El primero de ellos se estrenará en diciembre y en él se ha reencontrado con Marta Etura para la ciencia ficción de "Eva", dirigida Kike Maíllo y coprotagonizada por Daniel Brühl.

"Es gran fertilizante para la imaginación", dice de esta película que combina ciencia ficción con filosofía y en la que se alegra de hacer un papel secundario. "Así me aireo un poco", dice.

Además, prepara un thriller psicológico titulado "El sol oscuro", de Jorge Dorado y, lo más sorprendente, el salto a la esfera musical como guitarrista, arreglista y corista de un grupo todavía sin nombre y que forma con tres actores máse: Alessandro Terranova, Pepe Lorente y Mario Rebollo, con el que también estrenará el cortometraje "Hacia el final de la tierra".

"Fusionamos soul, reggae, funky, jazz... Es música con mucha improvisación, música de laboratorio", explica. Pero, ¿se arrancaría en Venecia en la góndola? "No, no, no, no, no. Soy muy tímido para eso. Todavía no estoy preparado", responde.