Antoni Dalmau dice que "la Semana Trágica es un hecho trascendental en la Historia de España"

AGENCIA EFE 09/06/2009 16:18

Dalmau, aunque abogado de formación, se ha especializado en los últimos años en la investigación histórica, queriendo llegar ahora al máximo de público posible con un texto "claro y entendible" en el que relata la revuelta de julio de 1909 en Barcelona, aunque desvela que también se quemaron trenes durante esos días en un pueblo como Arbeca (Lleida) para impedir que los reservistas fueran a la guerra en el norte de África.

Editado por Destino, y por Columna en catalán, en el libro se estudia cómo una insurrección que empezó en forma de huelga general desbordó a las fuerzas políticas y se canalizó, sobre todo, hacia el incendio de iglesias y conventos, destruyéndose la mitad de los edificios religiosos de Barcelona, provocando la muerte de más de un centenar de personas.

El autor igualadino ha considerado hoy que se trató de un "hecho extraordinario" en el que hubo "una eclosión de furia espectacular durante una semana, costando todavía hoy acabar de comprender la profundidad del movimiento".

A su juicio, fue una "revuelta sin objetivos y sin dirigentes" que terminó cuando el ejército salió a la calle y lo atajó a "cañonazos".

A diferencia de otros estudiosos, como el escritor Josep Pla, no cree Dalmau que la Semana fuera un preludio de la Guerra Civil española, aunque sí fue el detonante para que el rey Alfonso XIII acabara con la presidencia de Antonio Maura.

En "Siete días de furia" se incluye una cronología minuciosa del día a día de lo que ocurrió y un capítulo inédito con las biografías de todas las personas que tuvieron que ver con aquellos hechos.

Asimismo, se han incorporado textos básicos relacionados con el fenómeno, como tres artículos del poeta Joan Maragall, uno de ellos, según Antoni Dalmau, "el mejor texto que conozco contra la pena de muerte, y que no pudo darse a conocer hasta el año 1932".

Se trata de "La Ciudad del Perdón", que quiso publicar en el periódico La Veu de Catalunya, aunque se lo impidió Enric Prat de la Riba, uno de los principales dirigentes de la Lliga Regionalista y que también fue presidente de la Mancomunidad de Cataluña.

También hay un fragmento del testamento de Francesc Ferrer i Guàrdia, fundador de la Escuela Moderna y principal cabeza de turco de la Semana Trágica, así como el informe realizado por el capitán Francisco Galcerán, defensor de Ferrer i Guàrdia, durante el juicio que se le instruyó.

Para el escritor, Ferrer i Guàrdia, a pesar de que era un conspirador nato, "no tuvo nada que ver con la Semana, aunque fue la víctima necesaria, y uno de los cinco ejecutados".

Otra de las personas que fueron condenadas a muerte fue un joven barcelonés, perturbado mental, que fue visto uno de los días de la revuelta bailando con la momia de una monja en medio de la calle.

Precisamente, para Dalmau el acontecimiento tuvo la fuerza que tuvo por el anticlericalismo imperante en la época y por el "morbo" que despertaba entre la gente de la calle lo que ocurría entre las paredes de los conventos.

Nacido en Igualada (Barcelona) en 1951, Antoni Dalmau, profesor, traductor y colaborador habitual de varios medios de comunicación, es autor de una veintena de títulos, entre los que destacan la novela "Tierra de olvido. La senda de los cátaros" o "El caso Rull".