Buenos Aires recupera la tradición circense con el festival internacional

AGENCIA EFE 01/07/2009 19:06

Once compañías internacionales interactúan con compañías locales que se debaten entre la tradición y la innovación para ofrecer desde el pasado lunes y hasta el domingo una particular visión del circo contemporáneo en la que no hay grandes estructuras tecnológicas pero sí una fuerte apuesta por la calidad del equipo humano.

Con esta iniciativa comienza en la capital argentina un novedoso proyecto, "Buenos Aires Polo Circo", un espacio de programación permanente de espectáculos de circo en la ciudad, que pretende recuperar un espacio para esta disciplina artística.

Además, poder tener en la zona sur de Buenos Aires, "muy relegada culturalmente", una actividad "tan inclusiva y tan generosa como el circo es un enorme y hermoso desafío", explicó en declaraciones a Efe la directora artística del Festival, Gabriela Ricardos.

Para el inicio de este proyecto se optó por "apuestas muy particulares, compañías de calidad, pequeñas, con una fuerte identidad, que no son grandes estructuras tecnológicas sino que el recurso está puesto en la creatividad, en el artista, en la excelencia técnica y artística", añadió Ricardos.

La oferta es, en opinión de la directora artística del Festival, muy variada, con espectáculos para todo tipo de públicos, desde aquellos basados en una técnica precisa, como la acrobacia o los malabares, en los que desarrollan "toda su dramaturgia", hasta los que combinan diferentes técnicas para enriquecer su trabajo.

Entre los destacados está Jérôme Thomas, el padre del malabar moderno, que presenta el espectáculo "Dúo", acompañado por el acordeón de Jean-François Baëz.

Con una diferente apuesta llega su discípulo Philippe Ménard, que en una creación "íntima" juega con la materia para volver al malabarismo como fundamento de la escritura.

Al arte malabar se unen espectáculos de clown y acrobacia, acompañados en muchos casos por música en directo, en el que no sólo participan profesionales, sino que también hay lugar para jóvenes estudiantes, que en "1+1=3" pretenden llamar "a la conciencia, la ética y la dignidad humana en el corazón de la ciudadanía".

Las compañías internacionales que participan en el programa son en su mayoría francesas, lo que confirma la importancia de la tradición circense en este país, pero hay también una brasileña, una israelí y otra española.

Esta última es la vasca "Trece días", que con "Me gusta cuando callas", en el que interactúan en el escenario Germán de la Riva e Itsaso Iribarren, crea puntos de unión entre la nueva danza, el circo y las artes plásticas, y demuestra, como los propios artistas dicen, que "no importa el idioma, ni el país, ni tampoco la ciudad".

Aunque todavía queda mucho camino por andar, Ricardos se mostró muy satisfecha por la "enorme acogida" que esta teniendo la iniciativa por parte del público, y la "muy buena" repercusión de todos los espectáculos.

No obstante, no está sorprendida porque sabe que Buenos Aires "es una ciudad muy circense", con una importante tradición artística que pretenden impulsar a partir de ahora con este nuevo proyecto, que para ella supone "un gran desafío, un enorme reto y, sobre todo, una gran alegría".