Funke eligió la Gran Manzana para celebrar el lanzamiento mundial de una novela inspirada en los cuentos de hadas de los hermanos Grimm, que narra las aventuras de dos hermanos, Jacob y Will Reckless, y que podría ser el primero de cuatro libros con estos protagonistas.
El libro cuenta además con la novedad de ser una colaboración entre Funke y el productor y director de cine Lionel Wigram, quien llevará a la gran pantalla las aventuras de los hermanos Reckless como ya hiciera con éxito con las historias de Harry Potter y Sherlock Holmes.
"Nunca pensé que trabajaría en un libro con otra personas. ¿Por qué iba a hacerlo? Estaba rodeada de personajes que son una compañía muy entretenida. Un día conocí a Lionel y él tuvo una idea para un mundo que me gustó tanto que decidí escribir una novela sobre ello. En realidad no sólo una, sino probablemente cuatro", señaló Funke en un mensaje remitido a sus numerosos seguidores de todo el mundo.
La autora de la trilogía "Mundo de tinta" compareció en Nueva York junto a Wigram, responsable de que, según explicó, "por primera vez en mi vida haya viajado a un mundo imaginario con un compañero real, la mayor aventura literaria de mi vida hasta el momento".
"Nos reunimos cada día durante muchos meses para hablar de nuestros personajes y los lugares a los que queríamos llevarlos. Luchamos por encontrar el camino idóneo a través del laberinto de esta historia e hicimos que cada uno visitara lugares a los que jamás hubiéramos ido solos. Después de ello, me senté a escribir", detalló Funke.
En la primera de las novelas, los hermanos Jacob y Will Reckless entran en el mundo mágico que se oculta tras el espejo del despacho de su padre.
En ese universo alternativo, un maleficio convierte la carne humana en piedra y Jacob, el hermano mayor, habrá de enfrentarse a numerosos peligros para salvar la vida del pequeño Will.
La escritora y Wigram participaron este martes en Nueva York en una lectura dramatizada de una parte de su nueva novela, en la que participó el actor británico Elliot Hill y en la que también ofreció una actuación musical el cantautor estadounidense Adam Watts.