Envases de más de un siglo de antigüedad recorren la historia de Buenos Aires

AGENCIA EFE 20/06/2009 15:18

Paneles publicitarios, frascos de perfume, jabón o medicinas; botellas de leche, cerveza o refrescos; cajas de zapatos, galletas, bombones, polvos de maquillaje, habanos o incluso púas de tocadiscos son algunos de los más de 200 objetos que integran la muestra "Latas, cajas y botellas. Envases de ayer", que desde esta semana alberga el Museo de la Ciudad de Buenos Aires.

El objetivo de la exposición es utilizar los objetos "para entender mucho más fácilmente las formas de vida de una comunidad, ya que hablan de las clases y luchas sociales", observables, por ejemplo, en las diferencias entre un jabón de primera o segunda categoría, explicó el director del museo, Eduardo Vázquez.

En su opinión, los envases no sólo recubren lo que el consumidor desea comprar, sino que "a veces tienen más importancia que lo que venden, siendo mucho más importante el continente que el contenido", aseguró.

Al recorrer la exposición sorprende observar los recipientes de cerámica para las cervezas o las cajas de hojalata estampada que se utilizaban a comienzos del siglo pasado para guardar zapatos.

Se trata de materiales que dejaron de utilizarse hace muchos años y, por lo tanto, su existencia es desconocida por buena parte de la población.

Una vez que su contenido original era vaciado, muchos de esos envases eran, igual que ahora, empleados para almacenar todo tipo de materiales, lo que ha permitido conservar botellas u otros recipientes que ya no se fabrican desde hace varias décadas.

Así, muchas cajas de galletas de hojalata que podían haber desaparecido se conservan gracias a su uso como costureros, igual que las latas de cigarrillos que los hombres empleaban para guardar clavos, tornillos y tuercas.

Los objetos expuestos sirven, según Vázquez, para ilustrar a la perfección la evolución en la fabricación de envases, una actividad que pasó de estar centrada "en la elaboración compleja (de recipientes) en su mayoría reutilizables, a los que se realizan en la actualidad, en buena parte de plástico y descartables".

Uno de los objetos más curiosos de la muestra, expuesto junto al resto de material médico y de higiene, es una caja de cocaína de 1900, época en la que esta droga se podía adquirir en las farmacias con receta médica, aseguró Vázquez.

Asimismo, hay cajas de habanos de madera de más de un siglo de antigüedad que todavía conservan parte del perfume del tabaco que le era impregnado.

Más del 90 por ciento de los objetos expuestos en la muestra es material donado al museo por coleccionistas privados, quienes ayudan "a que la historia la cuente la gente", explicó el director del centro.

Otra parte de los envases, entre ellos algunas botellas de cerámica de cerveza, fueron rescatados entre los escombros de demolición de edificios en las zonas más antiguas de la ciudad, especialmente en el histórico barrio de San Telmo, que es precisamente el que alberga la muestra.

Para Vázquez, uno de los logros de la exposición es exhibir los materiales tal y cómo se conservan, sin ningún tipo de restauración, porque es así como forman parte de la historia de la ciudad.