"El deber de Fenster" enfrenta a Colombia al olvido de la masacre de Trujillo

AGENCIA EFE 14/09/2010 21:48

Escrita por Humberto Dorado y Matías Maldonado, y dirigida por Nicolás Montero y Laura Villegas, la obra, que fue presentada hoy, recorre la travesía emocional de Edel Fenster, un editor ficticio que recibe el encargo de armar un documental sobre uno de los episodios más horribles de la historia colombiana.

En la obra, Fenster (Jairo Camargo) es una metáfora de la sociedad colombiana. A partir de la declaración manuscrita de Daniel Arcila, testimonio real de primera mano de aquellos hechos, el editor se sumerge en el rompecabezas del genocidio, planteándose si debe revelar la verdad.

Arcila fue aquella voz ignorada por la Justicia que relató las espeluznantes prácticas de las que el río Cauca fue el otro testigo silencioso, rebautizado como el "cementerio clandestino".

Hace ahora 20 años, los municipios de Trujillo, Riofrío y Bolívar (suroeste) sufrieron una secuencia generalizada y sistemática de desapariciones forzadas, torturas, homicidios selectivos, detenciones arbitrarias y masacres.

Un pueblo que padeció la crueldad extrema en forma de asesinatos, violaciones y torturas para amedrentar a la población, cuyo silencio solo se rompía con el sonido de las motosierras con las que descuartizaban en vida a los campesinos sospechosos de colaborar con la guerrilla del Ejercito de Liberación Nacional (ELN), y cuyos cuerpos mutilados eran arrojados al río Cauca.

Aquella barbarie alcanzó su clímax en 1990, con el asesinato del sacerdote del pueblo, el padre Tiberio Fernández, quien usaba el púlpito para denunciar esa barbarie.

Tras recibir siete disparos, fue mutilado de pies y manos, castrado, decapitado y lanzado río abajo. Se sumó así a los más de trescientos colombianos que sufrieron el mismo final trágico.

Aunque el Estado colombiano fue condenado en 1995 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lo que obligó al entonces presidente Ernesto Samper a pedir excusas públicas, la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) sigue denunciado la impunidad y la ausencia de un fallo condenatorio por esos crímenes.

A través de testimonios reales, notas periodísticas, documentos históricos y dramatizaciones, "El deber de Fenster" reabre el expediente 11007 de la CIDH, así como la declaración manuscrita de Arcila, un soldado fugado cuyo testimonio los fiscales invalidaron por supuesta enajenación mental y quien desapareció después, presuntamente asesinado.

"La respuesta de la sociedad fue el olvido", recordó hoy el director de la obra, Nicolás Montero, cuyo principal objetivo fue "contar una historia más allá del horror, del que estamos cansados todos, pero que debemos comprender".

A partir del testimonio de Arcila (interpretado por Daniel Castaño), el itinerario emocional de Fenster le lleva a obsesionarse con la necesidad de saber cuál fue realmente la verdad y cómo operó el sistema judicial y los mecanismos de olvido de la sociedad.

Una fijación que vivió el propio Humberto Dorado, autor del texto: "Es una revelación sobre lo bueno que es saber la verdad y, al mismo tiempo, el horror de saber la verdad", según confesó a Efe.

"Eso es lo que le pasa a Fenster, que somos nosotros mismos de alguna manera. Pasamos del asombro, al horror, al hastío, al asco y al deseo de querer huir del tema, pero no poder huir", reconoció el escritor, al insistir en que "la indiferencia es un arma para proteger a los culpables".