Con una cortina de luces como telón de fondo, que adivinaban la nocturna capital ecuatoriana, el público siguió concentrado y pensativo el crudo futuro que ya predecía la "Metrópolis" de principios del siglo pasado.
El acto inaugural de hoy contaba además con el intento de recuperar una de las más antiguas y entrañables características del cine clásico, la proyección de imágenes acompañada por música que en vivo interpreta el sonido de cada fotograma.
La música de Can Can y su director, Nelson García, imprimieron un enfoque diferente a la clásica cinta, no sólo con sus melodías experimentales a base de instrumentos como bajo, guitarra eléctrica y voz, sino también con curiosos efectos especiales.
Sintetizadores y voces retocadas, así como complementos variopintos como una máquina de escribir, láminas de plástico o un teclado de juguete, sirvieron a Can Can para descifrar y enriquecer lo que la película original describía muda.
Acudieron jóvenes y veteranos, amantes del cine y curiosos, todos con el gran atractivo de poder disfrutar algo no muy habitual en las carteleras del país andino: el cine europeo.
Así, alrededor de un millar de personas pudieron disfrutar de la inauguración de este festival de cine europeo que hace años tiene cita asegurada en el calendario cultural ecuatoriano, y que acogerán las principales ciudades del país, como Quito, Guayaquil y Cuenca, hasta el próximo 30 de junio.
Este acercamiento al cine europeo supone también una vertiente política, que se encargó de recordar el embajador de Alemania en Quito, Christian Berger, al asegurar que Eurocine es "un reflejo de la política europea, de su multiplicidad cultural dentro de la unidad".
Berger, encargado de la inauguración por la presidencia europea de turno de la República Checa, se mostró convencido en su discurso de que se ve "claramente cuánta fuerza positiva puede desplegar la idea de Europa".
Desde 2003, el festival es organizado por los cines Ochoymedio, a partir de esta iniciativa de la Unión Europea que es llevada y explicada a través de sus películas por varios países de todo el mundo.
Es un trabajo de selección, de consulta a las embajadas sobre derechos de proyección, y de buen gusto, algo que va a cargo de la directora de Ochoymedio, Mariana Andrade, coorganizadora local del festival y una espectadora más en la inauguración de hoy.
Bajo la luz tenue de las imágenes y de fondo la música de Can Can, Andrade explicó a Efe cómo las secciones "Europa al día", a través de películas "más contemporáneas", "Memoria" o "El cine es una canción" acercarán las cintas hechas en Europa a los ecuatorianos.
"Europa tiene una cinematografía enorme que siempre será un referente", aseguró Andrade, quien afirmó que lo proyectado en Eurocine es "una referencia de la historia del cine para América Latina. Europa es historia, géneros, directores... es muchísimo", insistió.
Eurocine pasó de ser una muestra de películas de las embajadas a tener una estructura de festival, una cita anual en la que el público va creciendo y que para Andrade es también un "acercamiento de nuestros continentes, acercamiento de públicos... es hermandad, cooperación".
Serán 35 películas en cartelera, y en la edición de este año la selección de filmes pondrá especial énfasis en las producciones danesas.
Cabe destacar, también, una sección para jóvenes, que se dejaron ver hoy en la inauguración, con un guiño a la "generación anime", a través de una serie de cortos franceses destinados específicamente para este público.
Una cita ya habitual, el Eurocine en Ecuador, que no podía empezar de mejor manera que con el gran clásico alemán "Metrópolis", combinado con el sonido fresco y actual de Can Can, y con un éxito de público que ya no debería sorprender.