Jorge Javier Vázquez entrevista a Belén Esteban mientras esta se ocupa de sus tareas de casa con su hija en brazos. Al lado, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, prepara sus propios trajes a medida y, a unos metros, Barack Obama, presidente de Estados Unidos, se hace una fotografía con las hijas del presidente Rodríguez Zapatero. Una situación como esta sólo puede darse en las Fallas de Valencia, o como ahora, en la exposición en la que se ha de elegir qué ninot escapará de las llamas, el ninot indultat. Quemar todo lo que no nos gusta, y renovarnos. Ese es el sentido de las Fallas, asegura una vecina, consciente de la presencia de la crisis económica entre las figuras, y se muestra contenta con la idea de quemar ninots de grúas y pisos por vender. Pero además, como añade otra vecina, las Fallas explotan el reírse de nosotros mismos, de nuestras circunstancias y los problemas. Y la cara más divertida la traen personajes televisivos cómo los de Sálvame que, si el público no elige lo contrario, serán pasto de las llamas.
Famosos, periodistas, deportistas, políticos. En Valencia todos están abocados a las llamas y, sólo en Fallas, quemarse es magia. IM