Jiménez Lozano cree que la tolerancia no se puede establecer por decreto

AGENCIA EFE 19/09/2010 10:12

"La tolerancia necesita que el hombre reconozca a otro hombre o persona; pero para eso se necesita que se tengan valores. La tolerancia no se puede establecer por decreto u ordenanza. La integración del ser humano en otra sociedad viene por sí sola", explica a Efe Jiménez Lozano, Premio Cervantes 2002.

Una reflexión que el autor enlaza en "Los cuadernos de Rembrandt", publicado por Pre-Textos, con otros apuntes sobre la transformación de los medios de comunicación, el ensayo, la necesidad de la narración, la vieja Europa, el pensamiento, la filosofía, la iglesia o el repaso a autores como Walter Benjamin, Roth, Rancine, Simone Weil, Nietzsche, Pascal u Oriana Fallaci, entre otros muchos.

Así, con lucidez e ironía y con una escritura liberada de modas, corrientes o cenáculos, el abulense Jiménez Lozano, que en mayo cumplió los 80 años, plasma sus pensamientos para que el lector reflexione "o simplemente los lea con placer, le inviten a una sonrisa o a un desacuerdo", dice.

Propuesta que ya hizo Lozano en otro volumen anterior que recogía también sus pensamientos bajo el título "Advenimientos".

"Un pintor de Alejandría", publicada en mayo, es la última novela de este humanista para el que la literatura es "vida con palabras" y que tiene en su haber más de 60 títulos, entre ensayos, novela y poesía.

En "Cuadernos de Rembrandt" el autor se muestra crítico y con una mirada muy atenta a la realidad del día a día, no en vano Jiménez Lozano, Premio Nacional de las Letras, Castilla y León de las Letras y Nacional de la Crítica, entre otros galardones, ejerció el periodismo en "El Norte de Castilla", periódico que llegó a dirigir durante unos años.

"Occidente está renunciando o ha renunciado a sí mismo en virtud de una serie de principios abstractos, como eso de que todas las culturas son iguales. Pues no, mire usted, no -dice con énfasis-. La cultura que sea mejor tendrá que demostrar que lo es, no haciéndose peor", argumenta el autor, y apostilla: "Europa se ha ido al garete".

Para ilustrar su pensamiento Jiménez Lozano cuenta cómo el Rey Teodorico se reía y decía: "Los romanos idiotas quieren ser bárbaros, como nosotros, y nosotros que somos más inteligentes queremos ser romanos". "Parece que hoy pasa algo parecido. Tenemos más de 30 siglos de cultura pero hemos decidido que no los queremos, y ya está. Nos vamos a entregar a los bárbaros. Existe un odio a la razón y un gusto por el deseo de simplicidad tremendo".

El autor también cree que los medios de comunicación tienen mucha responsabilidad en la simplificación y en el fomento de lo bárbaro.

"Hemos tenido un ejemplo muy claro el otro día, con la noticia de ese pastor protestante, uno entre millones de ellos, que se puso a quemar el Corán. Qué necesidad tenían los medios de difundir y ampliar esto. ¿Es necesario dar esa noticia para que fructifique el odio?" se pregunta Lozano.

"El periodismo ha pasado y ahora es sólo comunicación. El que tiene una bocina habla y el que no, pues no", sentencia el autor, al tiempo que dice que "las tertulias consumen mucho fósforo para nada".

Jiménez Lozano considera que los periodistas deben tener una buena formación, experiencia y cabeza. Y defiende que la realidad no es opinable, "que el día es día y la noche, noche". Y que "estamos necesitados de certezas".