Los de Barcelona serán de los primeros conciertos de su nueva gira mundial, que arrancó en Tel Aviv (Israel) con un polémico espectáculo en el que proyectó una esvástica sobre el rostro de la política francesa de ultraderecha Marie Le Pen.
En su enésima reinvención, la 'reina del pop' se convirtió en una animadora para entonar el primer single de su nuevo trabajo 'Give me all yor luvin' --que presentó en la SuperBowl vestida de animadora--, pero ése será solo la punta de lanza de un concierto cargado de hits.
De buen seguro no faltarán himnos generacionales como 'Vogue', 'Express yourself' y 'Like a virgin', los de una artista que con más de 300 millones de álbumos y habiendo sobrepasado la cincuentena sigue amarrada al trono del pop.
Desde entonces ha pasado por Abu Dhabi, Estambul, Roma, Milán y Florencia, y tras recalar en la capital catalana recorrerá toda Europa antes de llegar a los Estados Unidos en septiembre y a Latinoamérica en noviembre.