"Quería dar voz al silencio de Carmen Laforet"

CRISTINA GONZÁLEZ SÁNCHEZ 15/01/2009 00:00

Música Blanca, ¿es la memoria de Carmen Laforet?

Es la memoria de mi madre recreada por mí. La recreación fue larga. Visitaba a mi madre con los manuscritos, sus álbumes de fotos y la acompañé en esos tres años de silencio. Yo quería dar voz al silencio que mantenía por la enfermedad. Mientras, yo le relataba el pasado ella reaccionaba.

¿Qué hay de Cristina Cerezales Laforet en Música Blanca?

El resultado final es una biografía de Carmen Laforet novelada. Hay parte de mi biografía en Música Blanca. La parte de mi vida que comparto con ella.

¿Su madre se refugiaba de la realidad en los mundos que creaba?

No se refugiaba. Ella siempre tenía la cabeza ocupada hasta que conseguía soltarlo todo y expresaba lo que llevaba dentro. Ya conocíamos las peculiaridades de mi madre. Me marcó mucho que ella fuera una escritora de éxito, porque no sabía si se interesaban por ser hija de quién era o por mis creaciones. Ahora, esto ya estaba resuelto y caminar juntas es precioso.

Tímida, insegura... ¿Una mujer a la que el tiempo consiguió sobrepasar?

No. Nunca le sobrepasó. Había algo en ella que he intentado contar en Música Blanca. Un crecimiento espiritual muy fuerte para los que estábamos a su alrededor en esos tres años de silencio. Mi madre sólo estaba bloqueada en el sentido físico.

Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Carmen Laforet...¿Una generación incomprendida?

Fue una generación muy fresca y muy valiente. Mi madre fue la primera y les abrió el camino. Martín Gaite y Matute siempre me han hablado de mi madre con admiración. Se defendieron muy bien en una época dura y en un momento muy machista. Aunque, quizás fue mi madre la que les abrió el camino por ser la primera que rompió en aquel momento.

En los últimos años de su vida, ¿qué quedaba de Andrea en Carmen Laforet?

Le marcó la fama. Con 'Nada' perdió su intimidad. Mi madre luchaba contra la fama. Al mismo tiempo, seguía escribiendo y era precisamente esa fama, que la hacia sufrir, la que la seguía alimentado. Sin duda, algo muy contradictorio. 'Nada', su primera obra, consiguió tanto éxito que a los 22 años la descolocó. Supuso un cambio demasiado brusco. Ana María Matute o Carmen Martín Gaite tuvieron una evolución más progresiva.

¿Le gustaría a su madre ver su vida novelada?

No le hubiera gustado. Por ello, no lo escribí en vida de mi madre. Ahora, era el momento de contarlo. Me apetecía ser yo quién relatará la historia de mi madre precisamente por ese celo con el que guardó su intimidad.