El japonés Saburo Teshigawara trae por primera vez a Europa "Mirror and Music"

AGENCIA EFE 14/07/2010 14:10

Teshigawara ha explicado hoy en rueda de prensa que empezó a pensar este montaje, en el que participan ocho bailarines, cuando imaginó que un espejo podría reflejar la música.

Ha advertido que cuando trabaja en sus piezas nunca es para explicar una historia y, en este caso, a través de la danza ha querido acercarse "a aquello que se ve, pero que no está en el espejo".

En el escenario, los ocho intérpretes evolucionan, entre luces y sombras, con música barroca que lo envuelve todo, en un dramático juego de contrarios, en el que parece como si la gravedad "hubiera desaparecido".

Teshigawara, que empezó su carrera en el año 1981, se preguntaba mientras preparaba esta pieza qué hay detrás de un espejo y se respondía a sí mismo que "es posible que haya mucha gente escondida. Es posible que haya gente muerta o sucesos que todavía no han ocurrido".

Todos estos pensamientos, sumados al propio movimiento de la danza, "fueron una influencia y un estímulo muy importantes".

En este poema visual, en el que al final aparecen varios espejos, el bailarín protagoniza un solo que ha fascinado a los espectadores japoneses y que, según algunos críticos de su país, se convierte en una visión "de la música en sí misma", hecha movimiento.

Teshigawara precisa que aunque se hable de solo, él no se siente como un ente independiente, puesto que no puede evitar relacionarse con los objetos y las cosas que lo rodean.

Además, dice que no sólo siente la música y la baila. "Me uno con la música y de allí surge algo nuevo", precisa.

Muy influenciado por la música y por las películas de cine, el artista nipón explicaba hoy que el ritmo visual de los filmes siempre ha tenido una gran influencia en sus obras.

En este sentido, ha puesto como ejemplo una secuencia de "Tarzán" que vio por primera vez cuando tenía unos cuatro años y que ya no le ha abandonado desde entonces.

Se trata de una escena en la que Tarzán corre por la selva perseguido por un elefante, lo que le produjo "miedo y extrañeza. En mi danza -ha subrayado- a menudo se recuerda el ritmo de esa carrera y el miedo que me provocó".

Nacido en Tokio, Saburo Teshigawara fundó en 1985 la compañía Karas (cuervo en japonés) junto con la bailarina Kei Miyata, con la que ha intentado buscar y acercarse a nuevas formas de belleza.

Superando clasificaciones convencionales, el coreógrafo ha querido crear un nuevo lenguaje, en el se desmarca tanto de la danza moderna como del "buto", a la vez que explora diferentes géneros con el objetivo de crear nuevos espacios poéticos.

El espectáculo "Mirror and Music", de 1 hora y 20 minutos de duración, fue estrenado en septiembre del año pasado en el New National Theatre de Tokio.

Ahora, en el marco del Festival Grec, podrá verse el 17 y 18 de julio en la Sala Gran del Teatro Nacional de Cataluña con un elenco formado por Saburo Teshigawara, Rihoko Sato, Eri Wanikawa, Kafumi Takagi, Riichi Kami, Mie Kawamura, Jeef y Nana Yamamoto.