Sofisticación y sensualidad en Cibeles

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 21/09/2009 19:59

Berhanyer, rodeado de algunas de las modelos que a lo largo de su amplísima trayectoria han colaborado con él como Nieves Alvarez, Judith Mascó, Helena Barquilla, Tammy, Esmeralda Martín, Mónica Boada o Regina Tarnow, ha vivido uno de los momentos más emocionantes de las cincuenta ediciones de Cibeles cuando ha recorrido la pasarela entre aplausos y con todo el público en pie. Al final del recorrido, todo su equipo con lágrimas en los ojos aplaudía al maestro, que en 1962 presentó su primera colección.

Veterano de la moda española, que piensa seguir dedicándose a ella "porque es mi vida", en esta ocasión tan especial ha vuelto a reivindicar la alta costura que ha llevado tanto a su colección deportiva con aires marineros como a los elegantes trajes de chaqueta y los de cocktail y de noche, de un solo color o estampados florales, con apliques de pasamanería y bordados. Sedas naturales, tafetas, encajes y crepes visten a la mujer más sofisticada, embellecida con joyas diseñadas también por Elio.

Andrés Sardá puso, como ya es habitual en Cibeles, la nota picante sobre la pasarela con prendas de baño para el día y la noche marcadas por el lujo y el glamour de una colección que brilla a todas horas. Sardá y su hija Nuria se inspiran en la estética de diferentes décadas, como los sofisticados 50, los cinematográficos 60, los luminosos 70 y los ultra sexys 80, para proponer atrevidos bikinis, bañadores y trikinis siempre conjuntados con sexys medias de ligueros, altas y originales botas -en ocasiones de tiras-, grandes gafas y atrevidos tocados, como los antiguos turbantes de baño. Sardá recurre a los aires marineros con sugerentes prendas de baño de rayas azules y blancas con detalles en rojo, así como en sus bikinis y bañadores de topos negros, blancos y amarillos.

Javier Larrainzar fue el diseñador más madrugador en la cuarta jornada de Cibeles , con un desfile que hizo que el buen tiempo regresara a la pasarela gracias a una colección veraniega, alegre por la gama de colores utilizada y muy versátil. Con prendas muy sencillas a la vez que elaboradas, el diseñador madrileño mostró dos líneas muy diferenciadas: una en telas enriquecidas con detalles en oro y plata muy ceñidos y con transparencias, y otra de vestidos en gasa estampada aptos para ser utilizados en cualquier ocasión del día.

La propuesta de la madrileña Alma Aguilar en Cibeles Madrid Fashion Week no sorprendió a nadie , al presentar una línea de vestidos chic y romántica muy en su estilo, en colores eléctricos, contrastados y vivos, en los que va del rosa o verde fuerte al blanco o gris, dentro de una colección en la que sólo aparecen dos estampados: uno multicolor de flores y otro jaspeado en tonos grises. Aguilar se inspira en un viaje reciente a la India para sacar al mercado vestidos bohemios que evocan la India colonial inglesa del lujo exquisito y la tradición, con gasas sencillas pero muy trabajadas, en tejidos naturales como la seda y el algodón en casi todas sus expresiones: gasa, muselina, crepe, georgette y plumas naturales, en los que la diseñadora introduce bordados artesanales con cristal de roca y piedras semipreciosas.

Duyos que ha querido trasladar al público a la América de los 40 y los 50 que se inspiraba en el exotismo de la Polinesia. Para su desfile, el diseñador madrileño ha subido más de un metro la pasarela en la que ha presentado una colección muy coherente cuyo hilo conductor ha sido un bonito estampado en prendas en las que ha dado una importancia especial a las pequeñas mangas, algunas de inspiración japonesa. Duyos ha mezclado tendencias y las ha personalizado en delicados vestidos, en faldas asimétricas, en su interpretación especial de las prendas globo o en los pantalones en los que deja suelta una pierna. Y todo ello para lograr una silueta muy femenina y delicada que calza altos tacones que simulan caracolas.

La propuesta de Antonio Miró ha sido un viaje introspectivo buscando la esencia de uno mismo . "Me he inspirado en la soledad de las pinturas de Edward Hopper, en su paleta de colores, para vestir personajes solitarios". En una cuidada puesta en escena, con música en directo de un curioso instrumento musical denominado "hang" a cargo del brasileño Pedro Collares, y en la que los cuatro primeros modelos se han vestido en la pasarela, Miró ha querido vestir a un hombre muy cómodo, con prendas amplias, como sus grandes camisolas o camisetas, con tejidos frescos de algodón, colores naturales y pantalones short. Y en los pies, zapatillas "Victoria" personalizadas.

El viaje de Roberto Torreta se sitúa en el tiempo. El diseñador ha vuelto su mirada a los años ochenta , en los que comenzó su andadura Pasarela Cibeles, "pero en unos ochenta bonitos", ha comentado a Efe Torretta al que ha interesado presentar una mujer arreglada, pero sin exceso, elegante "pero con un punto cañero". Esto lo consigue con las gafas, diseñadas por él, las altas sandalias también de su colección, marcando sutilmente los hombros o con su estampado de leopardo en gris y negro. Torretta apuesta claramente por el vestido, que rompe con masculinos pantalones, y por los tonos blancos combinados con beige, gris y azul en diversidad de tejidos, e introduce también toques de los cincuenta, sobre todo en los drapeados. CGS