Teresa Solana cree que "poner un muerto sobre la mesa te permite contar muchas cosas"

AGENCIA EFE 06/05/2011 15:32

"Negras tormentas", escrita originalmente en catalán (La Magrana) y traducida ahora al castellano (RBA), narra la historia de Norma Forester, subinspectora de la policía autonómica catalana, que abre una saga en la que su insólita familia jugará un papel fundamental.

Ésta es la tercera novela de la autora catalana, reconocida como un referente en la narrativa policíaca en catalán con solo otros dos títulos en el mercado, "Un crimen imperfecto", premio Brigada 21 a la mejor novela original en catalán, y "Atajo al paraíso".

Las obras de Teresa Solana (Barcelona, 1962) han tenido gran éxito internacional, editadas en alemán, francés, inglés, italiano y rumano, un fenómeno que ella no se explica, aunque espera que ahora "esto cambie un poco" y sus obras tengan también gran acogida en España.

El también escritor de novela negra Lorenzo Silva, que ha acompañado a Solana en la presentación, ha sido más explícito al respecto, y ha achacado este hecho a la "hostilidad" de cierto sector del público lector hacia la literatura catalana, similar -ha dicho- al boicot propiciado hacia otros productos procedentes de Cataluña fuera de la comunidad autónoma.

No obstante, Silva también ha animado a la "intelectualidad catalana" a hacer cierto "examen de conciencia" por considerar que en numerosas ocasiones los libros en catalán son "muy mal traducidos" al castellano y están llenos de "catalanismos", lo que desanima al lector.

Teresa Solana ha apuntado, además de estas causas, otras como la consideración de que las lenguas que no son el castellano "son de segunda categoría", consideración que cree en muchas ocasiones se extiende a los libros en catalán, euskera o gallego y que "es necesario romper".

El creador de una de las sagas literarias más famosas sobre la Guardia Civil, Bevilacqua y Chamorro, ha elogiado la "preparación" y "documentación jurídica" llevada a cabo por la escritora para publicar "Negras tormentas", algo que "se nota mucho", y ha elogiado que autores como ella se hayan percatado del "filón" que supone la creación de los Mossos d'Esquadra en Cataluña para la novela negra.

La escritora ha explicado que le interesaba poner a una mujer al frente de la investigación para constatar la evolución de la sociedad española en los últimos años, de la que también da fe con los personajes que rodean a la protagonista: un marido médico forense, una hija antisistema, un exnovio homosexual y una madre hippy "que de vez en cuando fuma porros con sus amigas".

Para Lorenzo Silva, la novela parte de un planteamiento narrativo "muy clásico" en su estructura pero a la vez "muy contemporáneo" en la visión de los personajes, muy "pegados a la realidad".

Por su parte, Solana ha reconocido que Silva es el responsable de que ella cambiase de parecer sobre los cuerpos policiales. "Para mí, ver que los buenos eran los guardias civiles cuando veníamos del franquismo fue todo un shock".

De momento, la escritora tiene previsto seguir dándole a Norma casos para investigar y que, en algunos de ellos, la subinspectora salga de Cataluña, convencida de que la familia que ha creado "tiene mucho que contar".