¿Qué destacarías de la edición del FiSahara de este año?
Destacaría dos cosas fundamentales. Una, la inauguración de la Escuela de Cine en el Sahara, que es uno de los sueños con los que empezó el Festival, que al fin se ha hecho realidad. Muestra que el Frente Polisario cuida mucho la formación de su gente aún en los campamentos de refugiados, que la educación es una prioridad absoluta y, en este caso, la educación cinematográfica. Los estudiantes que habían asistido a los talleres de formación del Festival (de iluminación, sonido, edición...) durante estos años pueden por fin centrarse en unos estudios académicos y especializarse en el cine.
En segundo lugar, la presencia por primera vez de activistas de los territorios ocupados [por Marruecos] y a los que se ha dedicado la edición del Festival junto con a Aminatu [Haidar]. Han corrido un riesgo gigantesco para su libertad e incluso para su vida, ya que los anteriores activistas que visitaron los campamentos están encarcelados a la espera de un juicio militar que les puede suponer la pena de muerte. Aparte del hecho de que se haya celebrado el FiSahara, que ya es un éxito en sí mismo.
¿Qué opinas de la Resolución de Naciones Unidas sobre el Sahara?
Me parece una vergüenza que Francia, el país que fundamentalmente veta todas las resoluciones favorables al pueblo saharaui y que se llama "democrático", que es consciente de las violaciones continuas de los derechos del pueblo saharaui, y vete una vez más que la MINURSO [la Misión de Naciones Unidas para el Sahara Occidental] vigile el cumplimiento de los derechos humanos.
Una vez más la MINURSO es la única misión sin estas competencias, con lo que eso supone de silenciamiento de los 500 desaparecidos saharauis en su historia, las torturas, las violaciones, las desapariciones forzosas de menores de edad... que Francia impide que se puedan investigar. Es un jarro de agua fría para las aspiraciones saharauis.
¿Y sobre la posición del Gobierno español?
La posición española es igual de vergonzosa que las de años atrás. Que Moratinos haya dicho que Marruecos hace avances en materia de derechos humanos es una tomadura de pelo. Piensa que el pueblo español es imbécil cuando no sólo no lo es sino que está concienciado y volcado a que se vigile mínimamente al reino de Marruecos en su afán por aplastar cualquier mínima disidencia.
El Gobierno español continúa posicionado al lado del país que reprime y tortura en vez de un país que ha montado una sociedad democrática en los campamentos de refugiados. Se ponen al lado del represor cuando no paran de hablar de "alianza de civilizaciones", de "democracia", de "respeto a los derechos humanos"... y no exigen respeto de los derechos humanos al que los viola, sino que tienen la poca vergüenza de exigirle al Frente Polisario que respete los derechos humanos.
No cabe más indignidad con el pueblo saharaui. A todos los gobiernos españoles se les debería caer la cara de vergüenza, cosa que no va a suceder porque no la tienen.