Tras visitar la capilla ardiente del dramaturgo en el Teatro Español (institución que dirigió), Botella ha manifestado que "hoy es un día de luto para la Cultura, el Teatro y Madrid" y ha remarcado que Pérez-Puig fue una persona muy "querida que consagró su vida al teatro".
Amigos, compañeros de profesión, políticos y también algunas personas anónimas se han acercado este miércoles a despedir a Pérez-Puig, cuya capilla ardiente quedó instalada desde las 11.30 horas de la mañana (con la presencia de su viuda, Mara Recatero, y sus sobrinas Raquel y Mónica) hasta las cinco de la tarde, momento en el que sus restos mortales fueron trasladados al Cementerio de La Almudena para ser incinerados.
El vicepresidente y consejero de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha señalado durante su visita a la capilla ardiente que Gustavo Pérez-Puig "era uno de los grandes creadores, productores y directores y uno de los grandes que pierde el teatro español". "Era genial y, en lo personal, entrañable, divertido y perfeccionista. Vivía por y para el teatro", recalcó.
Por otro lado, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que conocía personalmente al director fallecido y a su esposa, también ha acudido a la capilla ardiente a primera hora de la tarde para ofrecer su sentimiento de pésame a la familia.
El ministro calificó a Pérez-Puig de "todoterreno de la expresión dramática, capaz de tratar con enorme versatilidad y conocimiento profesional todos los géneros". Asimismo, ha señalado a los periodistas congregados que el director fue una persona que tuvo "una contribución muy importante al gusto de los españoles por el teatro".