Con la muerte de La Más Grande, el núcleo familiar Mohedano-Ortega Cano se ha disuelto por completo. Su hija, Rocío Carrasco apenas se deja ver, salvo en contadas ocasiones y que suelen coincidir con actos de homenaje a su madre. La hija mayor de Rocío Jurado continúa con su vida normal y parece ajena a los problemas del que fuera marido de su madre, José Ortega Cano.
Por otra parte, los hijos pequeños, Gloria Camila y José Fernando, tampoco han pasado muy buenos momentos desde que Rocío falleció. Sobre todo José Fernando, que ha tenido más de un problema con la justicia y con las drogas.
Muchos piensan que, de haber seguido con vida Rocío, el panorama familiar habría sido muy distinto. Sea como sea, de Rocío nos queda el recuerdo de una gran artista que emocionaba con su voz y con su entrega en los escenarios.