Audrey Tautou, la eterna Amélie

EUROPA PRESS 29/06/2012 14:18

Siempre fascinada por el mundo de los primates, Audrey Tautou creció con la idea de hacerse primatóloga, pero sus padres lo impidieron apuntándola a un curso de verano en la escuela de teatro Corus Florent.

"Nunca llegué a expresar que quisiera ser actriz, simplemente probé y esperé a ver qué pasaba. Después de dos años intentándolo, pensé en dedicarme a otra cosa porque las posibilidades de éxito son muy pequeñas", explica la actriz.

En 1990, con 23 años, fue elegida para interpretar a una joven esteticién en la comedia dramática 'Venus, salón de belleza', papel por el que obtuvo un par de premios. Desde ahí saltó a la fama gracias a 'Amélie', el personaje que la convirtió en icono del cine francés y del que le es imposible desprenderse.

Sin embargo, a ella no le pesa esa carga puesto que el "personaje fue un regalo, nunca podría renegar de él o considerarlo como un problema para mi carrera. Fue la mejor carta de presentación".

AUDREY TAUTOU, DE AMÉLIE A NATHALIE

Han pasado diez años desde 'Amélie', y ahora Audrey Tautou vuelve con 'La delicadeza', en la que encarna a Nathalie, una mujer que acaba de enviudar después de unos años junto a François. "Me encantó la humanidad que transmite la película y la fuerza de Nathalie".

"La dignidad con que atraviesa su tragedia, la manera en que se sumerge en su trabajo

para tratar de seguir viviendo e ir más allá de su sufrimiento es realmente muy conmovedora. No era un personaje fácil, pero por esa misma razón me atraía tanto. Quería explorar su viaje", explica.

A sus casi 36 años, Audrey se considera una mujer frágil pero no débil, independiente y a la que le gusta encarar proyectos que la enriquezcan y pasa de lujos. "Me gusta ser actriz, eso es todo". Está claro, la fama no se le ha subido a la cabeza.

Además, asegura que no está hecha "para hacer una carrera en Los Angeles", por lo que prefirió quedarse en París. A pesar de cobrar una astronómica cifra por cada película que hace, ella se mantiene humilde.

Tautou sigue viviendo en un pequeño apartamento de Monmartre, se desplaza en metro y cuando viaja, lo hace en clase turista.