Medina Azahara será "la única" candidatura a Patrimonio Mundial que evalúe el Consejo de Patrimonio Histórico Español

EUROPA PRESS 03/03/2016 17:16

Así lo han confirmado a Europa Press fuentes de la Junta de Andalucía, cuya Consejería de Cultura promueve la declaración de la antigua ciudadela califal cordobesa del siglo X como Patrimonio de la Humanidad, siendo para ello clave lo que acuerde el mencionado Consejo de Patrimonio, los próximos días 10 y 11 de marzo, en la propia sede institucional de Medina Azahara.

Será entonces cuando el Consejo de Patrimonio decidirá si la antigua ciudad palaciega, que fuera sede y símbolo del poder del Califato de Córdoba, se convertirá o no en la candidata que España presentará al Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco de 2018.

La carrera del Conjunto Arqueológico de Medina Azahara hacia su declaración como Patrimonio Mundial se inició el 18 de noviembre de 2014 en Teguise (Lanzarote), cuando el Consejo de Patrimonio Histórico Español aprobó por unanimidad su inclusión en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial.

MEDINA AZAHARA

Fundada en el año 936 por el primer califa omeya de al-Andalus, Abd al-Rahman III, Medina Azahara aporta un testimonio excepcional de la desaparecida civilización islámica andalusí y constituye un ejemplo único de su época más floreciente, el Califato (929-1031), pues fue sede y símbolo de un estado que rigió los destinos de la mayor parte de la Península Ibérica durante casi 100 años y que hizo de Córdoba y de su nueva ciudad la gran metrópolis del Occidente europeo.

Para su emplazamiento, el califa Abd al-Rahman III eligió un lugar al Oeste de Córdoba, a caballo entre la sierra y las ricas tierras de la vega del Guadalquivir. La ciudad, un rectángulo de 1.500 por 750 metros, trepa por la ladera de la montaña, donde se instala escalonadamente el alcázar, residencia del soberano y sede de los órganos de gobierno, por encima de la medina, expandida por la llanura, donde viven los gobernados.

Toda una serie de infraestructuras de abastecimiento de agua y de materiales de construcción, así como de caminos y asentamientos, permitieron la vida autónoma de Medina Azahara. Gran parte de ellas persisten en la actualidad y cualifican un territorio histórico que forma parte consustancial de la propia ciudad.

Tras su abandono y destrucción a comienzos del siglo XI, Medina Azahara fue olvidada y expoliada, pero quedó en la memoria de las gentes y de los poetas como símbolo de la edad de oro del Califato cordobés. En 1911 comenzaron las primeras excavaciones, dando inicio a un proceso de recuperación (excavación y restauración) ininterrumpido hasta la actualidad.

De su enorme extensión solo se ha excavado un 10%, correspondiente al sector central del Alcázar, que domina la ciudad desde las cotas más altas. Su urbanismo, su arquitectura y sus materiales artísticos, unidos al excepcional paisaje de su ubicación, hacen de Medina Azahara la expresión más acabada de la herencia cultural del Califato cordobés.