Barceló revela el proceso creativo de su cúpula para la ONU en CaixaForum

EFE 04/02/2009 15:20

Silvia Sauquet, coordinadora de la exposición junto al artista mallorquín, aclara en declaraciones a Efe que esta muestra es una idea de la Obra Social de la Fundación la Caixa, patrona de la Fundación ONUART -creada por el Gobierno para sufragar la obra-, anterior a la conclusión de la cúpula por lo que "nada tiene que ver" con la polémica que surgió posteriormente por su coste y su financiación a cargo, en parte, de un crédito FAD.

Se han invertido unos 20 millones de euros de los que 500.000 proceden de Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD), una atribución que provocó que el PP planteara la reprobación del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que aclaró que a pesar de ello no se habían imputado como "ayuda oficial al desarrollo" ante la OCDE.

"La idea de la exposición es muy anterior a eso y el objetivo permitir al gran público acercarse a la obra de la que se ha hablado tanto sin ir a Ginebra", ha aclarado Sauquet, que subraya, al igual que los responsables de la Fundación laCaixa, que "la hazaña" ha sido montar la muestra "en tan poco tiempo" desde su inauguración, el pasado 18 de noviembre.

Lo que se exhibe en CaixaForum es "lo que Barceló quiere que vea la gente", que pueda entender cómo fue su trabajo en esa cúpula "orgánica, casi fisiólogica", en la que usó 35.000 kilos de color, toneladas de resina epoxídica para simular estalactitas y olas, y "tergiversó" herramientas y objetos hasta que logró su propósito.

El punto de partida de la exposición y de la tarea de Barceló en Ginebra es el cuadro "Marejadilla", un gran lienzo que pintó en 2002 tumbado en el suelo para conseguir las rizaduras de las olas que lo barren y que causan el mismo efecto que las que modeló para la bóveda.

En una serie de fotografías tomadas por Agustí Torres se siguen los principales pasos del proceso, en el que Barceló invirtió un total de 13 meses; en tres planos digitales con trazos del pintor, la evolución de las estalactitas que barren el techo; en un vídeo de cuatro minutos, también de Torres, la dinámica de la proyección de la pintura; y en su diario de trabajo cómo se veía él mismo pintando.

Pero el elemento más llamativo de "El mar de Barceló en la Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones de la ONU", que estará abierta hasta el 17 de marzo, es una de las tres maquetas de madera que el pintor construyó y que se ha montado colgada sobre una superficie de espejo en torno a la que se puede deambular para percibir cómo los colores cambian en función del ángulo desde el que se mire.

"En este montaje se puede advertir la experiencia que ha guiado al artista y los puntos tan diferentes desde la que se puede acercar el espectador a ella", ha explicado a los periodistas Ignaci Miró, director del Área de Cultura de la Fundació laCaixa.

La cúpula, para cuyo mantenimiento Barceló ha dejado preparada una estructura que la recorre internamente, mide 934 metros cuadrados, y está recamada por 737 paneles de nido de abeja de aluminio, sujetos sobre una estructura radial de acero.

Sobre esos paneles se colocó un lienzo de poliamida al que se aplicaron dos capas de pintura de fondo como mordiente, la base a los que se han pegado los 6.000 kilos de resina epoxídica, cargadas con fibra de polietileno y sílice micronizada, que modelan las miles de estalactitas de todos los tamaños que la pueblan.