En el reportaje realizado en la casa que la baronesa tiene en Sant Feliu (Barcelona), ésta asegura que no ocultará a sus hijas la identidad de su padre y sabrán quien es "cuando tengan uso de razón, a los siete años". Elegí muy bien al padre. Es el mejor reza el titular de la portada, en el que Tita posa, vestida de blanco, con sus cuatro perros.
Parece que Tita vuelve a jugar con este tipo de misterio, que también rodeo al progenitor de su hijo Borja, cuya identidad desveló por fin el pasado verano.
Ahora se vuelca completamente en la educación de las pequeñas María del Carmen y Guadalupe y no se plantea por ahora rehacer su vida con un nuevo amor. "Los hombres se me acercan, pero estoy bien así. Con los romances se pierde mucho tiempo", asegura.
Y es que, según revela para la publicación, su deseo de volver a ser madre es algo que le había perseguido durante muchos años pero que le fue imposible con su difunto marido el Barón Heini Thyssen. "Con Heini no pude tener un hijo. Los perdimos. Con los métodos de hoy hubiera sido posible", afirma.
También, como es ya habitual en sus entrevistas, ha vuelto a atacar a su nuera Blanca Cuesta, a la que nunca ha visto con buenos ojos. "Lo único que quiero para Borja es una chica buena y trabajadora, que lo quiera de verdad", comenta y añade que lo único que quiere para su hijo es que "se dé cuenta de que en la vida hay que luchar y de que lleva un apellido honorable".