Xavier Benguerel recibe mañana el XIV Premio SGAE 'Tomás Luis de Victoria': "Solo oímos música de supermercado"

EUROPA PRESS 07/06/2016 19:07

Benguerel ha señalado en declaraciones a Europa Press que, aunque no se puede ser categórico, "la juventud se ha alejado del sinfonismo" y actualmente los medios de difusión están "ocupados" por "música bailable y comercial, que ha dejado de lado la música culta o clásica".

Este compositor ha criticado que la música que se escribe actualmente no se interpreta, sino que se recurre a partituras que habitualmente son "repetitivas" o de "música tradicional". En este sentido, ha señalado que "de ninguna manera" un compositor puede vivir de su trabajo en España.

"Los derechos de autor que recibe son poquísimos, por lo que un compositor solo puede vivir de su obra si realiza música comercial, dentro de lo que se entiende por culta o sinfónica no tiene posibilidades de vivir ni de malvivir", ha dicho.

En su caso, ha afirmado que ha estrenado el 90 por ciento de lo que ha compuesto y ha añadido que ha tenido la "suerte" de tener editado "prácticamente todo". "No ha sido fácil, pero imposible tampoco", ha precisado Benguerel, que se siente "un autor privilegiado", puesto que además se han escrito "tres o cuatro libros" sobre su obra.

"ORIGINALIDAD" Y "LENGUAJE PROPIO"

El jurado del Premio SGAE 'Tomás Luis de Victoria' decidió otorgarle el premio "en atención a la originalidad de su obra, que asimila las distintas corrientes estéticas y musicales de su tiempo, transformándolas en un lenguaje propio, y en reconocimiento a la relevancia de su trabajo, que ha trascendido las fronteras del ámbito iberoamericano".

Benguerel (Barcelona, 1931) ha señalado que en su trayectoria ha pasado por diferentes etapas, en las que destaca "unos balbuceos iniciales", una etapa influenciada por la escuela austriaca, a la que reaccionó con su apego por las tendencias mediterráneas, con "luz y colores", tales como la música impresionista francesa.

Asimismo, este compositor ha subrayado su preocupación por la falta de melodía de la música de su época, algo que provoca dificultad para que llegue al público. "Hubo corrientes que olvidaron o no encontraron la melodía que correspondía a la época", ha dicho.

Todo este camino desembocó en una etapa de recapitulación y de reflexión necesaria sobre "lo bueno y lo malo" porque, una tal y como ha indicado, "cuando se habla de uno mismo se corre el peligro de ser injusto".