Boadella resalta que el esnobismo cultural ha posibilitado que se hayan expuesto "excrementos" como obras de arte

EUROPA PRESS 03/04/2013 14:26

El actor y dramaturgo Albert Boadella ha señalado que el esnobismo cultural ha posibilitado que se hayan expuesto "excrementos" como si fueran obras de arte.

Para Boadella hay "una parte muy importante del público de teatro que practica el esnobismo" que se pone "frenética" si se cuestiona a "determinados dioses del mundo de la cultura como Picasso, Kandinsky o Miró, por no hablar de la música contemporánea".

Según asegura, el mundo de la cultura tiene unos mitos intocables sobre el arte o sobre la política, que hacen que --por ejemplo-- siempre haya que estar a favor de Palestina y en contra de Israel, y él le divierte provocar a ese público snob.

Otro de los mitos incuestionables de la cultura es, a su juicio, Darío Fo, que Boadella cree "que ha trabajado directamente para un partido, algo que me parece triste", aparte de haber dicho que el teatro se encuentra como en épocas medievales, cuando "el teatro no ha vivido tan bien en toda la historia de la humanidad como en los últimos 50 años".

OBRAS DE TEATRO PARA COMPLACER

Además, ha relatado que "hay una parte importante del mundo de la farándula que, no solo en sus declaraciones, sino en la temática sobre la que giran sus obras, trata de complacer a un público 'progre' o izquierdista". "Y yo creo que el teatro tiene que inquietar a los que vienen a verte. Reírse de los de fuera es más sencillo", ha aseverado.

El dramaturgo y director, que el próximo 18 de abril estrena en Madrid en los Teatros del Canal 'El Pimiento Verdi', ha indicado que generalmente se ha hecho una producción teatral "al gusto de una clientela que es la que hasta ahora ha llenado más los teatros".

Pero Boadella defiende que el artista tiene que tender a la libertad y ser capaz de "mirar la vida con una óptica distinta de la corrección política o del pensamiento mayoritario: el artista descubre descubrimos rasgos extraordianrios y al santo le descubre rasgos canallesco".

"El arte está hecho para ver la realidad profunda de las cosas, no la aparente, y para eso se necesita una mirada de enorme libertad, que los condicionamientos políticos o económicos no sean muy importantes en el artista".

Por eso, ha habido grandes artistas que lo han pasado muy mal porque no han sucumbido a hacer un arte para comer que fuera del agrado de las pretensiones de los poderosos, añade.

"El artista debe ser crítico con el poder, pero el problema ahora es saber donde está el poder. Cuando viví bajo la dictadura yo sabía dónde estaba el poder, era muy fácil, pero ahora ¿quién tiene el poder: Mas, Rajoy, la Europa del Norte o los bancos? A veces el poder es una opinión mayoritaria, que condiciona incluso los gobiernos", afirma.

Preguntado por el legado que deja, ha dicho que su legado es lo que hayan disfrutado u odiado los espectadores sus obras, porque el teatro es efímero.

En cuanto a la política cultural, Boadella cree que el político de ahora "tiene un desprecio total por las artes, es un ignorante total en cuestiones artísticas, especialmente los que están dedicados a este ámbito", y agrega que los medios públicos dedicados a la cultura "están despilfarrados de la manera más absurda".

"El teatro paga un 21 por ciento de IVA y las revistas porno pagan el 3 por ciento", ha denunciado, matizando que está de acuerdo con la contribución de los artistas a la austeridad general, pero no con estas diferencias absurdas que "son propias de la gran ignorancia del que las ha hecho".