El CaixaFòrum de Barcelona acoge una muestra sobre Diaghilev y su influencia en los ballets rusos del siglo XX

EUROPA PRESS 04/10/2011 13:57

El CaixaFòrum de Barcelona acoge a partir de este miércoles la exposición 'Los ballets rusos de Diaghilev', una muestra que acoge más de 200 objetos que repasan la figura del empresario cultural y su influencia en la modernización de la danza y la cultura europea del siglo XX.

Los visitantes podrán ver piezas de vestuario, elementos para las coreografías, diseños, carteles, programas, fotografías y películas documentales de artistas de la vanguardia de la talla de Henri Matisse, Pablo Picasso y George Braque, músicos como Ígor Stravinsky, Maurice Ravel y Manuel de Falla, y bailarines de renombre como Michel Fokine, Vaslav Nijinksy, Anna Pavlova y Léonide Massine.

A partir de todas estas contribuciones se realiza un recorrido por los veinte años de la compañía Los Ballets Rusos (1909-1929) y se repasa la figura del empresario Serge Diaghilev, un personaje clave para entender la trayectoria de la danza, el arte y la música del siglo XX.

"Diaghilev era un emprendedor de la época que se jugaba sus recursos y su prestigio personal en sus proyectos", ha señalado en rueda de prensa el director del área de Cultura de la Fundación La Caixa, Ignasi Miró, que ha añadido que el personaje destaca tanto por la trascendencia de su propio trabajo como por su capacidad de influir en su tiempo.

La comisaria de la muestra, Jane Pritchard, ha alabado al empresario por ser capaz de elevar el ballet a un arte en sí mismo y a involucrar a los grandes nombres de la época en su amor por la danza.

Pritchard ha destacado la controversia que despertó Diaghilev en las clases altas de la época: "Le encantaba el sexo y la violencia porque sabía que era muy polémico y que le daba publicidad. Además, era abiertamente homosexual, cosa poco habitual en la época".

Una de sus propuestas más controvertidas fue 'La consagración de la primavera', ya que los colores del vestuario eran vivísimos, la música de Stravinsky era desconcertante y la coreografía de Nijinky exigía movimientos intensos y retorcidos, alejados de la formación de los bailarines y las expectativas del público.

Además, el público no acabó de entender la "barbaridad" de sacrificar a una joven para asegurar el retorno de la primavera, escena que levantó grandes disturbios durante su estreno, hechos que no pillaron por sorpresa a Diaghilev, que ya había dado instrucciones a la orquesta y los bailarines de no interrumpir la función pasara lo que pasara.

ESPAÑA COMO REFUGIO

La relación de este polémico empresario del ballet con España fue muy estrecha, especialmente entre 1941, cuando la compañía se refugió en el país porque la Primera Guerra Mundial imposibilitaba ir de gira por los teatros europeos.

Los artistas españoles fueron cobrando importancia como colaboradores de la compañía, siguiendo la estela de Josep Maria Sert, que fue el primer diseñador no ruso encargado de crear un vestuario para Diaghilev.

Tras él, Juan Gris, Joan Miró, Pere Pruna y sobre todo Pablo Picasso --de quién se pueden ver 32 dibujos de diseño para el vestuario de 'El sombrero de tres picos'-- colaboraron con Los Ballets Rusos, así como compositores como De Falla, que inspiraron el espectáculo 'Cuadro flamenco', que se representó en París y Londres en 1921.