Tan solo cinco días después de su alumbramiento, la Primera Dama de Francia ha abandonado el hospital, La Muette de Paris, con su pequeña Giulia en brazos.
Han sido décimas de segundo, Carla solo ha tenido que dar unos pasos hasta el coche y además ha impedido que nadie pudiese captar una imagen de la pequeña, a la que llevaba tapada con una mantita azul marino con ribetes en blanco.
Del mismo modo, la cara y la figura de la mamá ha quedado tapada casi en su totalidad. Bruni llevaba gafas oscuras, pelo suelto y un atuendo -pantalones, botines y abrigo, todo en azul marino- que ha impedido que viésemos cómo está la Primera Dama tras su alumbramiento.
El que no ha podido presenciar la salida de sus mujeres del hospital ha sido Nicolas Sarkozy, que por motivos de trabajo se encuentra en Bruselas.