El escritor mexicano Carlos Fuentes ha sido galardonado este viernes con el premio Fundación Cristóbal Gabarrón de las Letras por el "indiscutible valor" de su obra literaria, "que ha llevado a la lengua española a alcanzar las más altas cotas de expresión", y por la "repercusión internacional" de su literatura.
Así se recoge en el fallo del jurado, emitido en Valladolid, en el que además se ensalza su compromiso con la cultura, la libertad y la defensa de los derechos humanos a través de obras como 'La región más transparente', 'La muerte de Artemio Cruz', 'Gringo viejo', 'Agua quemada' o 'En esto creo'.
El jurado, presidido por la crítica literaria y escritora Mercedes Monmany y conformado por el director de El Norte de Castilla, Carlos Aganzo; el director de la Casa de la India, Guillermo Rodríguez; el presidente del Consejo Asesor Editorial de ABC, José Miguel Santiago Castelo; el consejero de Administración de la Corporación RTVE, Josep-Manuel Silva Alcalde, y la directora Territorial de RNE CyL, Margarita Enríquez, ha destacado además la capacidad de Fuentes de "servir como puente permanente entre Europa e Iberoamérica", de manera especial en su estudio de la relación entre España y México "como expresión mayor del mestizaje cultural".
Los miembros del jurado han fallado el premio a favor del escritor mexicano tras haber estudiado las 18 candidaturas procedentes de Alemania, Austria, Brasil, España, Estados Unidos, India, Inglaterra, Japón, Marruecos, México y Portugal.
EL PREMIADO
Carlos Fuentes (1928, Panamá) es hijo de padres diplomáticos y, "el más prominente de los narradores mexicanos modernos", nació en Panamá aunque estudió en Suiza y Estados Unidos y luego vivió por diferentes periodos en Quito, Montevideo, Río de Janeiro, Washington, Santiago y Buenos Aires.
En su adolescencia regresó a México, donde se radicó hasta 1965, y fue este periodo el que "marcó definitivamente" su obra, inmersa en el debate intelectual sobre la filosofía de "lo mexicano". Su primer libro, 'Los días enmascarados', se publicó en 1954, y desde entonces Fuentes "no ha dejado de preocuparse por la identidad mexicana y los medios adecuados para expresarla".
Un hito fundamental en este clima de preocupaciones intelectuales fue la fundación, en 1955 junto con Emmanuel Carballo y Octavio Paz, de la Revista Mexicana de Literatura.
La repercusión que alcanzó con sus primeras novelas ('La región más transparente', en 1959, y 'La muerte de Artemio Cruz', en 1962), lo proyectó como una de las figuras centrales del llamado "boom" de la novela latinoamericana.
"Al igual que los demás intelectuales que participaron de este fenómeno, su compromiso político y social ha sido, desde entonces, un rasgo fundamental de su carrera intelectual", destacaron las mismas fuentes antes de añadir que Fuentes ha sido delegado de México ante los organismos internacionales con sede en Ginebra, en el Centro de Información de la ONU en México, en la Dirección de Difusión Cultural de la UNAM y en la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Además, fue embajador de México en Francia (de 1972 a 1976) y jefe de la Delegación de México en la reunión del grupo de los 19 países en desarrollo participantes en la Conferencia sobre Cooperación Económica Internacional.
Entre sus títulos figuran 'La región más transparente' (1959), 'Zona sagrada' (1967), 'Cambio de piel' (1967), 'Terra nostra' (1975), 'Cristóbal Nonato' (1987) y 'Los años con Laura Díaz', a los que se suman otros como 'Agua quemada' (1981), 'Gringo viejo' (1985) y la reciente 'La silla del águila'.
Desde hace cuatro décadas, la vida de Carlos Fuentes es un "periplo itinerante" ya que lo mismo vive durante algunas temporadas en París que enseña en Princeton, Harvard, Columbia y Cambridge; es catedrático en las Universidades de Harvard (USA) y Cambridge (Inglaterra) y doctor Hooris Causa por las Universidades de Harvard, Cambridge, Warwick, Essex, Miami o Chicago.
Algunos de los premios y reconocimientos que ha recibido el escritor mexicano son el Nacional de Literatura de México (México), el Premio Rómulo Gallegos, el Premio Alfonso Reyes, el Miguel de Cervantes, el Menéndez Pelayo en 1992, la Legión de Honor francesa en 1992, el Príncipe de Asturias de las Letras 1994, el I Premio a la Latinidad, concedido por las Academias francesa y brasileña de la Lengua, la Medalla de Honor Belisario Domínguez que concede el Congreso de su país, entre otros.