"Aunque el narrador sea el joven, Sylvia es en realidad la protagonista: ella representa la búsqueda de un Dios, de la felicidad, de una anestesia e incluso de un cuchillo", ha explicado en una entrevista con Europa Press el autor gallego.
De nuevo la elección de un adolescente --17 años en este caso-- marca el tono del libro de Castro, quien defiende esta propuesta. "El amor a esa edad es muy fuerte, porque no estás preparado para eso. Esos personajes me interesan más por lo que abren, porque tienen el mundo ante ellos y muchas más posibilidades de vida", ha señalado.
El escritor no cree que hablar sobre este mundo cercano a lo juvenil --"es más complicado escribir sobre esta edad que sobre cualquier otra"--, condicione a su público lector, al entender que para cualquier espectro de edad es "muy fácil situarse en el mundo del protagonista". Castro ha reiterado la importancia de no ofrecer "moralejas" o un lenguaje demasiado pegado a la actualidad.
"Cuido mucho el lenguaje, no es de adolescentes de ahora con algunas expresiones del día que son un horror, sino que me fijo por ejemplo en los poemas en prosa de Baudelaire", ha aseverado. Al igual que en anteriores novelas, Castro vuelve a apostar por una escritura caracterizada por la ausencia de mayúsculas.
En cualquier caso, esa relación amorosa sirve para contextualizar la situación de un joven que desde muy temprano tiene que afrontar la dolorosa muerte de su padre, sus carencias afectivas o su conflictiva relación con las drogas.
LUZ Y LLUVIA EN LA CORUÑA
"Cuando tienes una sensibilidad de joven, siempre te va a acompañar, sea la edad que sea. Proust, que tenía una sensibilidad disparada, habla al comienzo de 'Un amor de Swann' del beso de buenas noches que no le da su madre, por ejemplo", ha comentado con humor. Castro también ha reconocido que podría haber "otra novela" en la vida de la poeta Sylvia, de quien únicamente se conoce a través de escenas vividas e imaginadas por el protagonista.
A Coruña sirve de telón de fondo una vez más --el autor ha adelantado que ya tiene otra novela preparada ambientada en esta ciudad--, puesto que aporta a la historia el tono melancólico que pretende transmitir. "La lluvia, la luz...aquí montones de días son grises y desapacibles", ha aseverado Castro, para quien 'Sylvia' es una novela "que exige mucho y saca cosas de uno hasta hacerle llorar".
LA NOVELA Y LAS REDES SOCIALES
Preguntado sobre el futuro de la novela, Castro se ha mostrado pesimista, ya que por un lado ve que "todo lo está devorando la novela negra" y, por el otro, ha desaparecido un tipo de literatura "pegada a la realidad" debido a que ha sido sustituida por programas de televisión estilo "docu-drama".
Las redes sociales --"impensable" que sean usadas por alguno de sus protagonistas, a pesar de su juventud-- también son vistos por el escritor como "un grave problema literario". "Cuando estás en las redes, dejas de existir, abstraen mucho a la gente y al final todo el mundo acaba hablando tonterías", ha concluido.