Una cineasta española reivindica los derechos de las víctimas de guerras y dictaduras

AGENCIA EFE 07/04/2009 00:00

Taberna, que compite en la sección oficial del XXVII Festival Cinematográfico Internacional de Uruguay con su más reciente película, "La buena nueva", opinó en una entrevista con Efe que los crímenes contra la humanidad "no deben prescribir", pues "demasiado frecuentemente se repite la historia".

"Está demostrado que los perdedores de los conflictos son lo menos violento y revanchista del mundo", de ahí que pidan "juicios civiles, totalmente legales", afirmó la cineasta navarra.

Taberna se manifestó así en referencia a la recaudación de firmas para someter a un plebiscito la Ley de Caducidad uruguaya, que impide el enjuiciamiento de las violaciones de derechos humanos cometidas por militares y policías durante la dictadura que sufrió este país entre 1973 y 1985.

Según Taberna, "para que exista una reconciliación" debe determinarse "quiénes fueron los culpables" y "quiénes son las víctimas, porque en realidad son víctimas de terrorismo".

El festival de Montevideo, que comenzó el pasado sábado y se prolongará hasta el 18 de abril próximo, acogió el estreno en América de "La buena nueva", un filme en el que Taberna retrata "las dos iglesias" que hubo durante la Guerra Civil española (1936-1939), tan enfrentadas "como las dos Españas", aseguró.

"Aunque la Iglesia oficial apoyó a Franco, hubo también unos pocos curas buenos, precursores de la Teología de la Liberación, que estuvieron con el pueblo y evitaron muertes", aseveró Taberna.

La cinta cuenta la historia de Miguel (encarnado por el actor Unax Ugalde), un religioso que es nombrado párroco de un pueblo socialista de Navarra (norte de España) en los días previos al levantamiento militar del general Francisco Franco y que tratará, sin éxito, de detener los desmanes de la guerra.

El guión está inspirado en el libro "No me avergoncé del Evangelio", editado en Buenos Aires en 1958 y escrito por Marino Ayerra, tío de Taberna, quien fue párroco de Alsasua (una aldea de Navarra) entre 1936 y 1939.

"Su lectura me construyó como ser humano", aseguró la cineasta, quien en 1994 ya rodó un mediometraje de ficción inspirado en las vivencias de su tío, titulado "Alsasua 36".

La directora describió "La buena nueva" como "un homenaje a los perdedores de la guerra", pero aseguró que no está marcada por "el odio ni la venganza", sino que es "una película de reconciliación".

Según Taberna, "la herida" del conflicto bélico "está abierta ante el mundo", pues "se nos conoce mucho a través de ese período".

La directora destacó el caso de Uruguay y del "resto de Iberoamérica", Allí "recibieron a nuestros perdedores en primera instancia", agregó.

Fue el caso de Ayerra, quien al final de la guerra dejó los hábitos para exiliarse en Montevideo, donde trabajó como peluquero antes de instalarse definitivamente en Buenos Aires, relató la directora.

"La buena nueva" también aborda el papel desempeñado durante la contienda por las mujeres, quienes, según Taberna, fueron "las grandes perdedoras".

"Ni siquiera pudieron llorar a sus seres queridos", dijo la cineasta, que subrayó que "aún muchos no saben dónde están sus familiares enterrados", algo que calificó de "un déficit democrático muy grande".

En este sentido, Taberna abogó por el cine como una herramienta "didáctica" que "debe aprovechar las buenas historias que tenemos al lado".

"Da mucho gusto ver que una historia tan local como 'La buena nueva' de repente se convierte en universal y que públicos de todo el mundo se emocionan y te aplauden", manifestó.

Tras presentarse en Montevideo, el filme recorrerá festivales como el de Chicago y el de Derechos Humanos de Buenos Aires con la esperanza de "quedar en las retinas y en los corazones de la gente durante un tiempo", dijo Taberna.