Los desfiles del sambódromo apelan al espíritu brasileño en tiempos de crisis

EFE 23/02/2009 09:58

Entre la noche del domingo y el amanecer del lunes seis de las 12 escuelas del Grupo Especial, una suerte de primera división del mundo del samba, deslumbraron al público congregado en las gradas de esta avenida especialmente construida hace 25 años para presentar los desfiles de carnaval.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, junto a su séquito de ministros y auxiliares, fue uno de los invitados de honor este año en los exclusivos "camarotes", palcos con aire acondicionado y mucho lujo desde donde la elite brasileña presencia los desfiles, lejos del pueblo que anima a sus escuelas desde las calurosas gradas.

Y es que detrás de la puesta en escena de cada una de estas óperas a cielo abierto hay un laborioso trabajo de un año, ejecutado por unas 4.000 personas, casi todas habitantes de las barriadas pobres de la segunda mayor metrópoli brasileña.

Además de Lula, entre las celebridades de ocasión destacaron el actor estadounidense Kevin Spacey, quien en plena noche de la entrega del Óscar se apareció en un camarote del sambódromo y opacó a las estrellas de las novelas de la TV Globo.

La primera secuencia de seis desfiles la comenzó Imperio Serrano con "La leyenda de las sirenas y los misterios del mar", reedición de un argumento presentado en el carnaval de 1976.

En un año de crisis financiera mundial, la escuela Grande Río, segunda en desfilar, fue la única que consiguió patrocinio adicional, en este caso del Gobierno de Francia, para contar en su argumento "Para sempre liberté, igualité, fraternité", sobre la herencia francesa en Brasil, en especial en Río.

Ese aporte francés equivalió a unos 4 millones de dólares al cambio promedio de 2008, según medios locales, muy buenos para completar los limitados fondos de un espectáculo de estos.

Las carrozas alegóricas recrearon cortes francesas, el palacio de Versalles, la llegada de los conquistadores y hasta una selección de bailarinas del famoso cabaré Moulin Rouge que combinaron el "can can" con el samba.

Vila Isabel, la escuela que fue campeona en 2006 con la ayuda del Gobierno de Venezuela, presentó una obra más modesta en homenaje al centenario del teatro municipal de Río y obras clásicas de teatro y música escenificados en ese templo del drama y la comedia.

La Mocidade Independiente le dedicó su argumento al centenario de la muerte de los escritores Machado de Assis y Guimaraes Rosa, dos de las glorias de las letras brasileñas.

Beija-Flor, que lucha por conquistar el tercer título seguido, le dedicó su esfuerzo al agua y al baño personal, en un paseo por la historia de la humanidad, que incluyó hasta una carroza cisterna en la que los bailarines estelares se refrescaron de un calor de casi 30 grados.

Unidos de Unidos da Tijuca dedicó su arte a la fascinación que la conquista del espacio ejerce sobre la humanidad y en el año internacional de la astronomía recreó con sus carrozas al sistema solar, así como a los dibujos animados "Los Supersónicos" (The Jetsons) de los estudios Hanna Barbera.

Hollywood también estuvo presente en esta pieza con alas de bailarines que recrearon personajes y películas famosas como "Hombres de Negro" "Guerra de las Galaxias" y "Viaje a las estrellas".

Este año los desfiles han estado un poco más modestos, aunque la creatividad se ha reforzado cuando se trata de narrar una historia con la letra de un samba y recrearla en escena, con las alas de bailarines, despampanantes modelos y artistas de TV prácticamente desnudas y los disfraces más recatados.

Los espectáculos del sambódromo, o "avenida Marqués de Sapucaí" , esa estructura diseñada por el maestro brasileño Oscar Niemeyer como la catedral absoluta de la "religión" del samba, en general recogen este año temas más vinculados a la esencia brasileña.

Se escurrieron un tanto de propuestas que hasta el carnaval pasado tenían un perfume netamente comercial, pues en los últimos años de bonanza económica todos los temas de sus presentaciones estaban patrocinados o "comprados" por grandes empresas nacionales e internacionales y por gobiernos de lejanos estados de Brasil o de países amigos.