Se cumplen diez años de la muerte del maestro del flamenco Enrique Morente

  • No superó una operación quirúrgica y falleció a los 68 años

  • Fue una de las voces más singulares del flamenco

  • Hizo de la fusión de géneros su seña de identidad

Ha pasado ya una década desde que falleció a los 68 años el artista granadino Enrique Morente, tras no superar una operación de úlcera que trajo complicaciones. Desaparecía una de las voces más singulares y renovadoras del flamenco.

El tiempo se esfuma en un momento y deja la huella de la ausencia, la de un cantaor que bebiendo de lo más clásico del flamenco, de la tradición más pura, lo revolucionó con su inconformismo, con su rebeldía. Su talento, inquietud y búsqueda de nuevas formas de expresión le fueron reconocidos con distinciones como la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes.

Entre sus numerosos reconocimientos, también destaca el Premio Nacional de Música de 1994, la primera ocasión en que este galardón recayó en un cantaor de flamenco. Morente hizo de la fusión su seña de identidad, como esencia del arte, de la cultura misma, como el hábitat natural de la música, de su música, universal y eterna.