Con su propia marca empezó a hacerse conocido gracias al respaldo de una clientela fiel, entre la que se incluían figuras destacadas del mundo de la moda, como la estilista, Isabella Blow.
Pasó a ser conocido como el enfat terrible del mundo de la moda gracias al descubrimiento de Blow, quien decidió comprarle toda la ropa que hizo para su programa de postgrado.
McQuenn consiguió hacerse, hasta en cuatro ocasiones, con el codiciado galardón de los British Fashion Awards. También fue reconocido su talento por el Consejo de Diseñadores de Moda de América.
Llegó a ser nombrado jefe de diseño de Givenchy en 1996, sucediendo a John Galiano, antes de unir fuerzas con Gucci, a quien compró el 51 % de la compañía.
Trágicas coincidencias
Reconocido y galardonado por su rompedor estilo, el diseñador fallece el 11 de febrero de 2010 en su apartamento de Londres, en medio de rumores de un posible suicidio.
Este suceso se produce a los pocos días de la muerte de su madre, Joyce.
Su fallecimiento también coincide con la muerte de su íntima amiga, Isabella Blow (quien le ayudó a llegar a lo más alto), quien se suicidó tras descubrir que padecía cáncer de ovario.
El apoyo de Blow fue tal que McQuenn decidió rendirle homenaje dedicándole toda su colección de primavera/verano del año 2008.
McQueen era capaz de mezclar los cortes más agresivos con las formas más femeninas llegando a seducir a personajes tan dispares como Björk o la Duquesa de Westminster.
Se casó en Ibiza
Abiertamente homosexual. McQuenn decidió formalizar su relación con el cineasta Geoge Forsyth casándose en Ibiza en el verano de 2000.
La ceremonia tuvo lugar en un yate propiedad del príncipe de Gambia. La modelo Kate Moss fue la dama de honor.