El filme "Un buen hombre" explora el sentimiento de culpa en los creyentes

AGENCIA EFE 27/04/2009 14:04

La película, que se estrenará en cines de toda España el próximo 30 de abril, cuenta en el reparto con los actores Tristán Ulloa, Nathalie Poza, Emilio Gutiérrez Caba y Alberto Jiménez.

Martínez Moreno ha explicado hoy que en el origen del guión hay una pregunta inquietante: "¿qué pasaría si vieras a tu amigo, al que casi consideras tu padre, cometiendo un crimen?"

Esa pregunta se concreta en la experiencia que vive un profesor de Derecho, Vicente (Tristán Ulloa), que de manera accidental contempla cómo su mejor amigo y mentor, el catedrático Vicente (Emilio Gutiérrez Caba), asesina a su mujer.

El director, que a los 15 años comenzó a ser una "rata de filmoteca", que devoraba las películas de Hitchcock, Fritz Lang, Billy Wilder, Chabrol o René Clement, construye una historia en la que el sentimiento de culpa está muy presente, como en muchos filmes del realizador de "Con la muerte en los talones".

Reconoce Martínez Moreno que en su película hay "numerosos guiños a filmes como "A pleno sol", "La sombra de una duda" o "Yo confieso", aunque en general tiene más que ver con la literatura de Patricia Highsmith o James McCain".

"Un buen hombre", resume el director, es "la historia de un cínico, una persona que cree que es buena, porque hace las cosas según el libro: va a misa los domingos, da clases de Derecho, tiene unas convicciones morales intachables, en las que lo blanco es blanco y lo negro es negro, y no hay lugar para claroscuros".

Como la moralidad religiosa resulta importante en los personajes, Martínez Moreno situó el argumento en una ciudad de provincias del norte de España, "donde todavía el catolicismo domina el pensamiento de mucha gente, sobre todo de clase alta".

Para acentuar el dramatismo ubicó la historia en Galicia, "con un clima lluvioso y nebuloso, que facilita el hecho de que la vida se haga más hacia dentro de las casas que hacia fuera, lo que propicia la aparición de tensiones y fricciones".

Tristán Ulloa considera que su personaje pertenece a esa clase de personas "que no perdonan el más mínimo atisbo de duda ante el pecado y cuando él mismo se ve ante esa tesitura, al dudar traiciona, de hecho, su forma de pensar".

Para Ulloa, "Vicente es un personaje muy parecido a un político: por un lado está lo que predica y por otro lo que hace en su vida privada".

El drama interno que vive Vicente es, continúa el actor, consecuencia de su propia religiosidad: "la fe te puede ayudar mucho, pero también puede ejercer una gran presión".

Las luchas intestinas que se producen en la facultad por la obtención de una cátedra, en la que Vicente también está metido de lleno, constituyen un elemento de tensión añadido a la historia.

"Cuando envié el guión a un catedrático de Derecho de la universidad de La Coruña, me dijo que era coherente y que la competencia por cosas tan absurdas como una cátedra eran muy reales", señala el director.

Para Nathalie Poza, que encarna a la mujer de Vicente, "al final todos los personajes mienten en realidad para poder conservar su estatus".

Emilio Gutiérrez Caba ha elogiado la capacidad de Martínez Moreno "por haber conseguido una buena química entre el equipo artístico y por haber sido un director tranquilizador".

Martínez Moreno (Madrid, 1966) ultima la que será su tercera película, "Lobos de Arga", "una comedia de terror, que espero que sea capaz de hacer reír y en el siguiente minuto hacer pasar miedo".