Un fotógrafo español bucea en la memoria histórica del sur musulmán tailandés

AGENCIA EFE 11/05/2011 15:10

En lugar de retratar las violentas escenas que se suceden casi a diario, Comas se sumerge en la vida cotidiana y la cultura de este otrora sultanato, a través del edificio que perteneció a un rajá musulmán.

"A Bangkok sólo nos llegan noticias de atentados y disparos, yo quería ver con mis propios ojos lo que ocurría allí", explica a Efe el fotógrafo, nacido hace 40 años en Barcelona.

En una treintena de fotografías de estética poética, Comas captura los recuerdos, las supersticiones y los momentos íntimos de los habitantes del antiguo palacio, situado en Narathiwat, justo en la frontera con Malasia.

Con el titulo "The House of The Raja" ("La casa del rajá"), la muestra se exhibe este mes en la galería H Gallery, de Bangkok.

Los ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con explosivos son casi constantes en las provincias de mayoría musulmana de Pattani, Narathiwat y Yala, donde unas 4.500 personas han muerto desde que los insurgentes islámicos reanudaron la lucha armada en 2004.

Se trata de uno de los conflictos separatistas más desconocidos en el mundo, pero también en Bangkok y en el resto del país, donde la mayoría de los tailandeses ignora la historia de estas tres provincias, que formaron parte del antiguo sultanato de Pattani.

El 90 por ciento de los residentes en esta región fuertemente militarizada, un estado vasallo finalmente anexionado por el Reino de Siam (Tailandia) en 1902, son de la etnia malaya, como sus vecinos de Malasia.

Al llegar a Narathiwat, Comas fue recibido en el palacio con generosa hospitalidad por sus inquilinos: Daiyoha, un chamán descendiente del rajá, y unos parientes suyos, que ocupaban las pocas habitaciones que quedan en pie del antiguo palacio.

Comas no sólo visitó diariamente a sus moradores durante un mes, sino que se mudó a la vivienda otros dos meses, en los que compartió el quehacer diario con Daiyoha, sus dos nueras y cuatro niños.

El palacio fue habitado por Tengku Ngoh Shamsudin, el último rajá de Legeh, que sufrió el exilio tras rebelarse contra la anexión que dejó sin poder a los rajás descendientes del sultanato.

"Antiguamente, el palacio tenía decenas de habitaciones, así como casas para los sirvientes, sin embargo la mayoría de las instalaciones desaparecieron hace 70 años cuando un descendiente del rajá vendió parte de la propiedad", asevera Comas.

Según el artista, "las fotografías hablan, de una manera poética, de la memoria histórica, el pasado de esta región a través de la casa, que simboliza la soledad, la identidad, la religión, la superstición y el espiritismo".

En el tríptico "Veiled" ("Con velo"), el fotógrafo retrata a Fatma, la nuera del chamán, mientras reza, imagen que intercala entre otras dos instantáneas que capturan los juegos de luces y objetos cotidianos, como relojes, un espejo o una antigua foto.

"Las habitaciones me iban descubriendo sus secretos, un legado ancestral que se desvanece, me daba la impresión de estar en la casa de 'Cien años de soledad' de García Márquez", relata Comas.

Aunque el chamán del antiguo palacio no se relaciona con los insurgentes, su familia está unida históricamente con el movimiento separatista.

Un descendiente del rajá Shamsudin fundó en 1968 la Organización para la Liberación de una Pattani Unida (PULO), uno de los grupos armados clandestinos que luchan por la independencia de las provincias de mayoría musulmana y etnia malaya del sur de Tailandia.

Por Gaspar Ruiz Canela