Georges Aperghis recoge este martes el Premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Música Contemporánea de la Fundación BBVA, que el jurado le ha otorgado por su capacidad de reinventar y renovar el teatro musical y su capacidad de captar nuevos públicos. "Mi creación me protege, es mi forma de vida", ha manifestado horas antes de recibir dicho galardón.
Aperghis (Atenas, 1945) ha señalado durante una entrevista concedida a Europa Press que tras varios años de trabajo, ha surgido entre el público y él mismo "un teatro basado en el cuerpo humano y en la persona", que con el tiempo ha tenido
Preguntado por su relación con el público, Aperghis reconoce que en primer lugar crea la obra para él mismo y en segundo lugar la comparte con actores y músicos, con quienes crea para un público que todos desconocen y que esperan que sea "lo más variado posible".
En este sentido, respecto al perfil del público de sus creaciones, Aperghis ha señalado que sus propuestas nacen de problemas de la experiencia cotidiana, como ocurre en 'Luna park', su reciente montaje, en el que aborda la vigilancia de "forma lúdica" para mostrar la universalidad de los límites de la localización.
Según ha explicado el compositor, afincado en Francia desde los 17 años, se introdujo en el mundo de la música gracias a los compositores griegos amigos de sus padres que le empujaron a dar sus primeros pasos en la música.
Después, sin un plan concreto, tal y como ha asegurado, recaló en París, animado por sus conocimientos de francés y por el amor de su progenitor por la ciudad de la Torre Eiffel. Allí, su carrera tomó forma gracias a la contemplación y el análisis de los grandes maestros, a quienes visitó en varias ocasiones simplemente para mostrarles lo que había escrito.
MÚSICA Y CUERPO
La libertad es una de sus señas de identidad y su gusto no se limita a la música culta, sino que mantiene admiración por artistas como los Beatles o los Rolling Stones, de quienes siempre ha destacado la relación con su cuerpo.
Según ha explicado, la música popular, así como las tradiciones musicales de Asia, África, América Latina o el Mediterráneo, en las que "el cuerpo se integra en todas las etapas" y que incluso se convierte en el propio instrumento.
Esto es algo sobre lo que ha trabajado mucho, y por ello pone atención en aquellos intérpretes de música clásica y observa las diferencias que existen entre quienes integran su cuerpo en el instrumento y unen sus movimientos a las notas que van a interpretar.
Preguntado por el país en el que nació y por la nación que lo adoptó en su adolescencia, Aperghis ha señalado que quizás se deba a que ha envejecido, pero tiene el presentimiento de que en ambos casos "el cambio no ha sido a mejor".
"En Grecia se ha ganado en unas cosas y se ha perdido en otras, la gente está un poco ahogada por las decisiones europeas. En Francia estamos atravesando un momento completo y difícil, y no sabemos hacia dónde vamos pero sentimos que es el final de algo", ha dicho.