Se trata de una iniciativa que ha sido registrada para su debate en Pleno de la Cámara Baja, después de que las entidades y asociaciones más representativas que trabajan en el sector del directo de la música popular demandan.
En concreto, plantea un régimen fiscal especial para autores, artistas y ejecutantes, que tenga en cuenta sus rentas irregulares y contemple normas de "excepción cultural" en pro de la diversidad y de la pluralidad, abarque a todas las músicas, instaure un instituto de recursos, una dirección general u otro organismo afín, para tratar de modo específico todo lo relacionado con el sector, regule el trabajo y la función de las salas de música en directo.
Asimismo, quieren que desde el Ministerio de Cultura se aborde una ley general de la música que permita la estabilidad y el impulso necesario, tanto para la creación y difusión musical, como para la regulación del sector.
"La industria del directo atesora una gran importancia cultural y por su capacidad de facturación y generación de nuevos públicos. En los últimos 30 años el aumento de este sector en la música popular ha sido espectacular. No obstante, este aumento no siempre va unido a una dignificación del mismo", aclara el grupo parlamentario.
Además, Izquierda Unida quiere que el Gobierno declare la música popular de interés general y sirva para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia del trabajo de los creadores, además de que propicie la creación del estatuto del músico, para dignificar su condición, regulando a los autores e intérpretes musicales como trabajadores y, por tanto, que normalice la situación laboral de los mismos en todas sus actividades profesionales, tales como grabaciones, conciertos, o enseñanza por ejemplo.
EN ESTADO PRECARIO
La formación de izquierdas señala que la música en directo sigue siendo, en general, "bastante precaria" y, con infraestructuras "escasas" y sin garantizar la seguridad social de los músicos que componen las bandas o acompañan a los artistas.
Asimismo, indica que es un sector laboral sin regularizar y es "muy difícil", en esas condiciones, desarrollar la profesionalización de sus componentes, tanto los que desarrollan su trabajo desde un punto de vista privado, como los que trabajan en el sector público.
"Los conciertos sustentan la creación artística en España y dan de comer al 90% de autores, creadores, artistas, intérpretes y músicos en general. Es el sector que garantiza el contacto directo con el público y el que recoge mejor todas las creaciones artísticas de la música popular, sus evoluciones, tendencias, modas y fusiones", agrega.
DIGNIFICAR EL DIRECTO
Así, recuerda la existencia del documento 'Por una Ley de la Música. Propuesta para una regulación cultural de la música popular', consensuado por numerosas entidades y asociaciones, entre las que destaca que todas las músicas "son cultura" y han de ser consideradas como tales.
En este texto, también se defiende que hay que dignificar el directo, desde las infraestructuras hasta la creación del estatuto del músico, además de regular el sector desde un punto de vista cultural, tanto para la iniciativa privada que opera en él, como para las administraciones públicas, que deberán implantar la figura del gestor musical especializado.