Jean Marie del Moral se introduce en el estudio de Miró, "una mezcla de orden riguroso y poética abierta"

EUROPA PRESS 11/06/2015 13:35

Según ha señalado durante una entrevista concedida a Europa Press, el lugar de trabajo de Miró era una mezcla entre el "orden riguroso" y una "poética totalmente abierta y singular", tal y como se observa en las imágenes que Del Moral tomó del espacio de trabajo del famoso artista durante un año.

Del Moral ya conocía al artista, puesto que tuvo la oportunidad de fotografiarlo en 1978, la primera vez que entró en aquel estudio, que recuerda como un lugar lleno de luz y de aspecto "pacífico", en el que se mezclaba la piedra y el hormigón pintado, y unos ventanales "muy bien dibujados" que solo dejaban entrar una cantidad de luz que lograba un ambiente "muy suave". "Hay una magia que llega de sus componentes", ha señalado.

Este libro cuenta con más de 300 páginas en las que se recogen por primera vez todos los objetos que inspiraron a Miró y están acompañados asimismo por textos de Joan Punyet Miró, nieto del pintor.

Precisamente, la idea de este proyecto surgió a principios de los años 90 y responde al deseo del artista por reunir en un libro aquellos objetos que inspiraron sus creaciones, en los que se aprecian tanto elementos arqueológicos como piezas de arte popular.

Miró colocaba con chinchetas en la pared todo aquello que le reconfortaba y le incitaba a la creación, desde fotos recortadas hasta detalles de tipografías, puesto que se interesaba por diferentes elementos que, aunque podían ser banales para otros, para él guardaban una "fuerza visual impactante" que se convertía en punto de partida de un cuadro o un dibujo.

LOS "TALISMANES" DE MIRÓ

Alfileres, juguetes multicolor, trozos de madera gastada, baratijas de plástico, tarjetas postales y marionetas populares, entre muchos otros objetos, tienen algo en común: los colores "negro, azul, amarillo, verde o rojo" y las formas ovaladas o redondeadas que sirvieron para nutrir su pintura y escultura. "Los tenía como talismanes, pasó con ellos mucho tiempo", ha dicho.

Lejos de limitarse a reproducir estos objetos, el libro trata de "interpretar" de qué forma podía "mirar esos objetos". Para ello, el fotógrafo acudió cada lunes durante 2014 a la Fundació Pilar i Joan Miró, en Mallorca, y también visitó los dos talleres donde trabajó el artista para fotografiar también su mobiliario, las herramientas y la luz.

Del Moral ha confesado que la primera vez que entró en el estudio de Miró experimentó un "choque visual" y descubrió el sentido de "libertad enorme" con el que miraba al mundo. A partir de ese momento, se quedó fascinado y decidió captar no solo la imagen de los artistas a los que fotografiaba sino también la de sus espacios de trabajo, porque es el "autorretrato del pintor".

Roy Lichtenstein, Robert Motherwell, Antoni Tàpies, Antonio Saura, Julian Schnabel, Zao Wou-Ki o Ai Weiwei, entre otros, fueron algunos de los siguientes focos de atracción de su objetivo.

CALLADO, BIEN EDUCADO Y EN SU MUNDO

En cuanto a la personalidad de Miró, Del Moral ha señalado que era un hombre "muy callado, muy bien educado", aunque "estaba en su mundo". "Hablaba muy poco pero tenía buena educación. Te saludaba, hablabas con él pero cuando entraba en su estudio nada lo podía molestar ni distraer de su trabajo".

Del Moral tuvo el "privilegio" de estar con él y verle moverse en el estudio, algo "muy emocionante", porque siempre daba la sensación de estar "meditando".

Antes de entrar en el estudio, leía poesía y aquello le condicionaba para su tarde de trabajo, le ofrecía un "punto de partida". "Era su modo de avanzar, de pensar y de soñar, la obra de Miró son sueños es un mundo que une los pájaros con los árboles con el cielo con las estrellas, algo que se ve en los títulos de sus obras", ha dicho.