"Cuando vi que no tenía el casco comprendí que no había nada que hacer. Pero rezé y se me pasaron por la cabeza las palabras de su jefe técnico, que le había dicho: 'No te rindas jamás'. Esperaba que en ese momento también él las estuviese escuchando, pero no fue así", comentaba Kate la semana pasada en Matrix, un programa de la televisión italiana.
A pesar de su juventud, Fretti y Simoncelli llevaban juntos desde 2006. Se conocieron cuando Marco todavía no era un piloto de fama mundial y lo suyo fue un auténtico flechazo. Ambos tuvieron muy claro desde el principio que estaban hechos el uno para el otro.
El padre de la joven también comentó en el diario 'L'Eco di Bergamo' cómo era el noviazgo de su hija con el piloto: "La relación entre ellos enseguida se hizo seria. Marco se presentó al poco de conocer a Kate en nuestra casa para conocer a la familia. Le queríamos mucho".
Kate además decidió dejarlo todo por amor. Trabajaba en una gestoría y decidió subirse a la caravana de Simoncelli y recorrer el mundo junto a él, incluido el premio de Malasia, en el que Marco perdió la vida.
Fretti ayudaba a Supersic a llevar su imagen, gestionaba su página web y era ella la que le sujetaba la sombrilla antes de los circuitos. Su padre reconoce que ella amaba su trabajo porque era feliz acompañando a su novio.
KATE FRETTI NUNCA OLVIDARÁ A MARCO SIMONCELLI
"Hablé con Kate un par de horas después de la tragedia. Estaba destrozada y repetía sin parar que no era verdad, que aquel maldito accidente no había ocurrido", revelaba su padre.
La joven ahora está atravesando un durísimo shock del que todavía no se ha recuperado.
Desde aquél fatídico domingo, Fretti no consigue asumir la pérdida de su novio y en su rostro se ha implantado y perpetuo semblante lleno de tristeza. De hecho, confesaba en el programa que incluso había tratado de ponerse en contacto con el espíritu del piloto: "He tratado de decirle que él me había dicho que estaríamos siempre juntos, y que sin embargo se ha equivocado. He tratado de decírselo, y he pensado que a lo mejor me pasaba como en la película 'Ghost'".
Kate sigue sumida en un profundo shock del que poco a poco está siendo consciente. "Todos dicen que soy joven, pero no soy afortunada: tengo todavía 60 años por delante antes de reunirme con él, es mucho tiempo", confesaba. "Olvidar es imposible. Sólo puedo convivir con este dolor. Al principio creía que no sería capaz. Ahora estoy convencida de que sí".