LEGO fabricó, entre 1979 y 1981, un número limitado de estos bloques de oro, que entregó a los empleados que llevaban más de 25 años trabajando en la fábrica de Hohenwestedt (Alemania), y a un grupo selecto de socios que comercializaban en sus negocios los juguetes de la marca. Se calcula que quedan diez ladrillos como el subastado en el mundo.
El antiguo propietario del bloque subastado ha contado que le fue entregado a su familia, que regentaba uno de esos negocios en Italia, en agradecimiento a su contribución al desarrollo de LEGO en el mercado italiano.
El director general de Catawiki en España, Alejandro Sánchez, ha comentado, en referencia a la última pieza similar que se vendió por 12.900 euros, que se ha superado esa cifra "con creces", y que al tratarse de una oportunidad "única" el interés por hacerse con esta pieza ha sido "muy elevado".