Lluís Pasqual revive a De Filippo en el Lliure con dos obras de espíritu napolitano

EUROPA PRESS 23/03/2016 16:57

Bajo el lema 'A teatro con Eduardo', Pasqual ha explicado que los dos títulos son obras independientes, pero que cuando se estrenaron, se programaron sesiones dobles "porque tienen un vínculo mental", ha añadido este miércoles en rueda de prensa.

El director ha destacado la proximidad del dramaturgo napolitano con el teatro del siciliano Luigi Pirandello, autor de 'Seis personajes en busca de autor'.

'Home i senyor' es un ensayo de una compañía de teatro en un hotel, "que ha hecho un debute desastroso y deciden repasar de nuevo", ha explicado Pasqual.

"La gran il·lusió' es la historia de un matrimonio que pasa por un mal momento, y a través de un experimento de magia, la mujer desaparece y se marcha con su amante", ha continuado el director.

REALIDAD Y FICCIÓN

En un constante juego de los límites de la realidad y la ficción, y del teatro dentro del teatro, al final de la historia se plantea al espectador la siguiente cuestión: "¿Es mejor vivir la realidad o crearse una gran ilusión?", ha anotado Ramon Madaula, que interpreta al marido.

En los dos espectáculos, acompañan a Madaula los intérpretes Mercè Sampietro, Jordi Bosch, Teresa Lozano, Albert Ribalta, Marc Rodríguez, Laura Aubert, Robert González, Oriol Guinart y Francesca Piñón, además de los músicos Carles Pedragosa, Roman Gottwald, Pablo Martorelli.

Los actores González y Aubert además de actuar también tocan, en el caso de Aubert con el violín, y cantan, en el de joven actor.

TEATRO NAPOLITANO

El director ha explicado que el mayor reto de los textos de De Filippo fue "encontrar el tono napolitano pero en catalán".

"Yo lo he pensado como si fueran dibujos animados, y sobretodo de Disney, por aquello de la melancolía", ha añadido Madaula, que lo ha comparado con el personaje de Dumbo.

"Los napolitanos han tenido que ejercer una ironía para vivir en el sur de Italia, y es una ironía benéfica ya que De Filippo mira con mucha ternura a los personajes", ha continuado.

"Los finales de sus obras son amargos, como las peladillas que daban en las comuniones", ha comparado el director, conocedor de Nápoles y su cultura.