Malin Holst, osteoarqueóloga: “Doy voz a personas que no han podido hablar en otras épocas”

  • Fue la encargada de analizar los esqueletos de los ochenta gladiadores romanos encontrados en un cementerio romano en la ciudad de York

  • Da clases de bioarqueología en la Universidad de York y también tiene su propia empresa de arqueología

  • A través de su trabajo podemos saber cómo era la salud, el estilo de vida, la dieta, la psique y la mortalidad de los seres del pasado

Malin Holst es osteoarqueóloga en el Departamento de Arqueología de la Universidad de York, en Inglaterra. Se dedica a analizar los huesos de hace cientos y miles de años que encuentran bajo tierra para explicarnos cómo era la salud, el estilo de vida, la dieta, la psique y la mortalidad de nuestros predecesores. Estudió arqueología y se especializó en osteología. Además de dar clases, también tiene una empresa privada de arqueología. Divide su tiempo entre la universidad y su empresa y siempre está en un laboratorio.

Desde el 2005 hasta el 2012 se encargó de analizar los esqueletos de ochenta cuerpos que encontraron en un yacimiento en York de la época romana, de cuando isla de Gran Bretaña era una provincia romana llamada Britania y York era todavía Eboracum. Los romanos estuvieron cuatrocientos años en el Reino Unido, desde el año 50 hasta el 450.

Los esqueletos encontrados fueron enterrados entre los años 200 y 400. Tenían una particularidad, que la mayoría tenían la cabeza cortada y depositada sobre sus pies, algo inusual en aquella época. En un primer momento creyeron que eran guerreros, pero a medida que avanzaron en la investigación de los esqueletos, se dieron cuenta de que eran gladiadores.

Pregunta: ¿En qué momento se dieron cuenta de que eran gladiadores?

Respuesta: Mucho tiempo después del análisis. Uno de los esqueletos tenía la marca de una dentellada en una cadera de un gran animal [a los gladiadores los hacían luchar entre ellos o contra leones, tigres u osos]. Tim Thompson, de la universidad Teesside [con la que también colaboraron], lo analizó y concluyó que era una marca de un león o de un gran gato. Era obvio que aquel hombre no era un esclavo o un guerrero.

P: ¿Y qué más supieron?

R: Cuando excavamos nos dimos cuenta enseguida de que no era un cementerio común porque la mayoría de cuerpos estaban decapitados y luego en los análisis descubrimos que la mayoría de los individuos eran hombres, solo había una mujer, la mayoría eran jóvenes adultos, de 26 a 35 años, que no era la edad típica de morir de los romanos.

P: Identificaron su procedencia.

R: No nosotros, pero investigadores de las universidades de Reading, Durham y del Trinity College de Dublín [las otras con las que colaboraron, además de la de Teesside] hicieron un análisis de isótopos y de ADN. Analizaron el ADN de seis individuos. Cinco de ellos eran típicos britones [los nativos de la isla], otro era de Oriente Medio, de Siria, y otros dos eran africanos, pero podían ser segunda o tercera generación.

P: ¿Qué era un gladiador?

R: No soy experta. Lo que sé es que los gladiadores podían ser esclavos u hombres libres, gladiadores profesionales. La mayoría de los esqueletos que analizamos tenían traumatismo antemortem, un traumatismo que se produjo antes de la muerte y que fue sanado. Me parece que habían estado luchando durante bastante tiempo. También se apreciaba que eran muy musculosos.

P: ¿Quién era la mujer?

R: La mujer tenía también entre 26 y 35 años y medía un metro sesenta. Tenía dos fracturas. Las mujeres eran muy poco habituales entre los gladiadores. Hay evidencia de una posible mujer gladiadora en Londres [entonces llamada Londinium].

P: ¿Cuán importantes fueron los hallazgos?

R: Muy importantes porque se había especulado durante mucho tiempo que hubo un anfiteatro en York, pero nadie lo había encontrado. Y estos hallazgos demuestran que había un anfiteatro donde luchaban. Pero todavía lo tienen que encontrar.

“Los gladiadores eran individuos entrenados desde pequeños que desarrollaron muchos músculos y tuvieron heridas importantes en su vida”

P: ¿Qué fue lo más asombroso del análisis?

R: Los más remarcable era que el 70% de los hombres fueron decapitados y muchos de ellos tienen hasta cuatro o cinco golpes de hacha en la parte trasera del cuello. La decapitación era común, pero no tanto. En la mayoría de cementerios romanos, encuentras un decapitado, pero no el 70%.

P: ¿Cuáles fueron sus conclusiones?

R: Que tuvieron unas condiciones de vida muy duras. Ninguno vivió muchos años. Eran individuos entrenados desde pequeños que desarrollaron muchos músculos y tuvieron heridas importantes en su vida. No podemos determinar si les decapitaron en una ejecución o después de muertos.

P: ¿Ha analizado más esqueletos romanos?

R: El cementerio de los gladiadores estaba en un lado de la carretera. En el otro lado he analizado tres cementerios. Uno era un cementerio normal con familias en ataúdes y niños, otro incluía hombres y mujeres e inusualmente había una mujer víctima de abusos domésticos. Y otro cementerio tiene setenta esqueletos, la mayoría hombres.

P: ¿Una mujer víctima de abuso doméstico?

R: Uno de mis alumnos es especialista en abuso doméstico en la época de los romanos y encaja con el criterio.

P: Pueden investigar muy profundo.

R: Hemos visto casos de tuberculosis, de sinusitis crónica, estrés infantil, malnutrición, abscesos dentales, todo tipo de condiciones.

“Los peores tiempos fueron en la revolución industrial, en los siglos XVIII y XIX”

P: ¿Fue la época romana la más duros?

R: No fueron los peores. Los peores tiempos fueron en el periodo postmedieval y en la revolución industrial, en los siglos XVIII y XIX, cuando la vida fue muy dura, especialmente para los más pobres. Con diferencia fue peor tiempo que el romano, por la pobreza que hubo. En el periodo romano probablemente mucha la gente tenía una buena dieta, muy buen cuidado de la salud, la densidad de población no era muy alta y no había muchas enfermedades infecciosas. La vida no era fácil, pero era mucho peor en la revolución industrial.

P: ¿También puede saber la dieta que tuvieron en el pasado?

R: No podemos estar cien por cien seguros.

P: ¿Qué tecnología usan?

R: Para los análisis de isótopos, utilizamos un espectómetro de masas, que analiza isótopos de carbono y de oxígeno. También hacemos análisis de ADN.

P: Parece la policía del tiempo. ¿Qué es lo más fascinante que ha investigado en su vida?

R: Esto es difícil de decir. Pero lo que realmente me gusta es cuando te encuentras con esqueletos de gente que ha sido muy pobre y a la que nunca le permitieron hablar, que vivieron en barrios marginales durante el periodo industrial y que sufrieron y sufrieron, pero nunca tuvieron voz en vida. Al analizar sus esqueletos les damos la oportunidad de hacer que su voz sea oída. Y cuando publicas los resultados, la gente finalmente se da cuenta de la vida tan dura que tuvieron. Y esta es la parte más satisfactoria de mi trabajo.

P: Su trabajo es como viajar en el tiempo.

R: Es cierto. Y nunca sabes qué será lo siguiente que tendrás que analizar. Esto es lo mejor. Un día analizas a gladiadores romanos y a la semana siguiente a neolíticos, a personas enterradas en un túmulo. Siempre hay algo nuevo.

P: ¿Cuál es el esqueleto más antiguo que ha analizado?

R: Del Neolítico. No hay muchos restos mesolíticos en el Reino Unido. teníamos una tumba interesante con muchos huesos sueltos y huesos desarticulados que fueron destrozados con una piedra en el neolítico

P: ¿Y el más reciente?

R: De finales del siglo XIX

“La arqueología es muy competitiva. Piden presupuesto a diez compañías de arqueología y la más barata suele ganar”.

P: También tiene una compañía arqueológica. ¿Cualquiera le puede contactar?

R: Sí. En Reino Unido la arqueología es parte del proceso de planificación urbanística. Si alguien quiere construir una urbanización o una autopista o ampliar su casa, tiene que solicitar una un permiso en la oficina de planificación. Y en cada oficina de planificación de cada condado hay un oficial especializado en arqueología que se encarga que comprobar si hace falta llevar a cabo algún trabajo arqueológico. Y si se requiere, entonces la constructora debe contratar a una compañía de arqueología y si encuentran un cementerio, entonces me envían los esqueletos a mí para que los analice.

P: Entonces, las constructoras deben esperar uno o dos años para construir.

R: No. Es muy rápido. Estamos sometidos a una presión enorme. Como somos parte del proceso de planificación, tenemos muy poco tiempo. No es una excavación para hacer una investigación, sino que es comercial. Todo es muy rápido. Tienes que sacar el esqueleto, lavarlo y analizarlo en pocos días. La arqueología es muy competitiva. Piden presupuesto a diez compañías de arqueología y la más barata suele ganar.

P: ¿Qué es lo que puede saber con su análisis?

R: Miramos la preservación de los huesos, la completitud, la edad, el sexo y la altura del individuo y luego los traumatismos y las patologías. Normalmente son largas patologías las que tienen un efecto en el esqueleto. Podemos ver en el esqueleto si alguien ha tenido tuberculosis por tres años o neumonía durante un año, pero si muere de neumonía en tres semanas, no seremos capaces de verlo, es demasiado rápido.

P: ¿Por qué? ¿Porque encuentran algo en el hueso?

R: Sí. Todas las enfermedades o las que podemos ver provocan o deformaciones en los huesos o los destruyen. En el caso de la neumonía o la tuberculosis, provocan una especie de nueva capa en el hueso y por eso las podemos detectar.

P: Tiene que saber de medicina, de arqueología, de historia.

R: Sí, medicina y también química. Es un proceso constante de aprendizaje. Ahora, por ejemplo, tenemos un esqueleto en el laboratorio que no sabemos qué tiene y tenemos que hacer más investigación. Esto es muy habitual que pase.

P: ¿En qué está trabajando en estos momentos?

R: Estamos analizando unos esqueletos medievales de Lincoln y Leicester.