Apenas ha pasado una semana después de que salieran a la luz unas fotos donde la modelo salía completamente desnuda para un reportaje fotográfico de Laurent Darmon. Mientras las fotografías recorren todos los puntos del planeta a través de Internet, Miranda Kerr prefiere hacer oídos sordos y actuar con normalidad.
Por ello, ha respondido al escándalo compartiendo otras instantáneas de sí misma más tapadita de ropa. Con un bikini negro, un collar de perlas, una pamela y sin maquillar esta autraliana presume de una cautivadora belleza.
El lunes comenzó a publicar fotos de su lugar de descanso. Para abrir boca, nos mostró una instantánea dando la bienvenida a la isla y luego nos inmortalizó "uno de los lugares más bonitos de la Tierra", tal y como dice ella. Se trata de la playa de la Gran Barrera de Coral donde dibujó en la arena un corazón y le metió dentro tres caracolas.