La exposición, que se podrá ver desde este miércoles 4 de octubre hasta el 21 de enero de 2018, está comisariada por el director general de cultura en la Universidad de Córdoba, Pablo Rabasco; y por el propio hijo del arquitecto Domínguez, Martín Domínguez.
Domínguez ha relatado la historia de estos dos arquitectos que, influidos por las ideas de la Institución Libre de Enseñanza, trabajaron juntos entre 1924 y 1936 centrando sus proyectos en los ámbitos de la educación, el turismo y el ocio, con un compromiso con las nuevas corrientes de pensamiento europeo, realizando proyectos de "gran relevancia" como el Hipódromo de la Zarzuela (1935).
"Hoy en día el mundo de la arquitectura y del arte en general está enfocado al espectáculo. Ellos demuestran otras vías de la arquitectura con la sociedad", ha expresado tras precisar que la exposición es "un intento de recuperar aquellas cosas que vivieron y crearon con respeto a la verdad".
De este modo, ha narrado que tras la Guerra Civil, sus carreras se separaron por el exilio que ambos vivieron. En el caso de Arniches tuvo un carácter interior, teniendo que cambiar su forma de trabajar y realizando una arquitectura alejada de "lo que él quería hacer", mientras que Domínguez emprendió un viaje a Cuba, donde desarrolló una carrera en el ámbito de la vivienda, para más tarde exiliarse nuevamente en Estados Unidos debido a la revolución cubana.
UN EXILIO MUY DURO
El proyecto se basa así en una "profunda investigación" llevada a cabo en todos los lugares en los que Arniches y Domínguez desarrollaron su trabajo, desde España hasta Cuba y Estados Unidos, rescatando fuentes que, especialmente en el caso de Cuba, permanecían prácticamente inéditas desde que Domínguez tuvo que abandonar la isla en 1960, según ha explicado.
"Mi padre amaba a su país muchísimo y sufrió un doble exilio muy duro. Cuando uno se marcha ocurre el olvido y ocurren las distorsiones", ha expresado para apuntar que vieron la necesidad de reconocer su trabajo y "cubrir esa laguna".
Por su parte, Rabasco ha explicado que se trata de dos figuras importantes en el mundo de la arquitectura puesto que fueron "los primeros" en intentar aplicar una arquitectura de mestizaje entre "la cultura alta y la cultura popular" que estuviera "al servicio de la sociedad".
Así, fueron los creadores también de proyectos como el Instituto Escuela (1931), el auditorio de la Residencia de Estudiantes (1933), los albergues de carretera (1928-1935) o el edificio Focsá en Cuba, entre otros.
EXPOSICIÓN DIVIDIDA EN TRES PARTES
La exposición se divide en tres partes: la planta baja está dedicada a recuperar los momentos más destacados de la vida de los arquitectos con el fin de contextualizar su trayectoria profesional posterior. En ella se encuentran documentos inéditos como fotos con sus compañeros intelectuales de la época, Federico García Lorca y Luis Buñuel, y artículos del diario Del Sol donde escribían en una sección (llamada como el título de la exposición) sobre arquitectura moderna.
Por otra parte, en "la sala de las columnas", pueden verse algunas de las obras más representativas (ya mencionadas) que realizaron a lo largo de su carrera, tanto de forma conjunta, como posteriormente una vez separados. La sala contiene paneles explicativos, los planos originales de los proyectos, fotografías y maquetas.
Por último, la primera planta incluye dos intervenciones: una intervención del cubano José Ángel Toirac sobre Domínguez, y otra de Rogelio López Cuenca y Elo Vega sobre Arniches, que muestran una "visión particular" de los dos arquitectos desde el punto de vista del arte.